Córdoba es una ciudad que cuenta con excepcionales profesionales de la medicina, y sus hospitales son centros de referencia en España y el orgullo de los cordobeses. Pero hoy, cuando estamos en una de sus salas de espera para realizarnos una prueba diagnóstica, no somos conscientes de lo que la medicina le debe a la fotografía y, especialmente, a la cordobesa. El invento de Joseph Niepce y Jacques Daguerre, que este año cumple 180 años, fue utilizado desde su misma invención por todo tipo de científicos como herramienta auxiliar en sus investigaciones, en especialidades tan dispares como la astronomía, la biología, la botánica y, por supuesto, la medicina.

Por ejemplo, ya en 1840 comenzaron los primeros trabajos para adaptar la cámara fotográfica al microscopio y así poder retratar el microcosmos de la vida. En 1895, uno de los grandes descubrimientos de la medicina diagnóstica tuvo lugar cuando Wilhelm Conrad Röntgen consigue fotografiar el interior del mismísimo cuerpo humano, al impresionar una placa fotográfica con rayos X. Aunque, casi dos décadas antes, la ciudad de Córdoba cuenta con una experiencia pionera en España en el campo de la medicina y la fotografía, con la edición de la primera revista ilustrada española: La Andalucía Médica, revista médico-quirúrgica fotográfica y de ciencias

accesorias.

LAS PRIMERAS REVISTAS

Esta publicación mensual nació en Córdoba en 1876 de la mano del doctor Rodolfo del Castillo. La revista incluía todo tipo de artículos médicos y novedosos casos prácticos, acompañados de fotografías de los pacientes. Un binomio, fotografía y medicina, con el que el doctor Castillo pretendía difundir desde nuestra ciudad los últimos adelantos médicos de las ciencias de la salud a todo el país. Para ello, la revista se apoyaba en la fotografía como un importante y desconocido recurso didáctico, a disposición de todos los médicos que leyeran la publicación.

La revista estaba impresa en los talleres del Diario de Córdoba, y durante sus tres primeros años de vida acompañó sus textos médicos con pequeñas fotografías pegadas en sus páginas, además de algún grabado. Hay que tener en cuenta que las publicaciones ilustradas de la época, ante la imposibilidad de incluir fotografías, recurrían a reproducir grabados xilográficos. Unas imágenes que los grabadores copiaban de las fotografías, con más o menos fidelidad. En España, la primera publicación en conseguir reproducir fotografías de forma directa será La Ilustración, Revista Hispano-Americana, en febrero de 1885. Aunque, habrá que esperar hasta 1892 para que la revista Blanco y Negro lo consiga hacer de forma periódica. De ahí, el gran mérito de la revista de Rodolfo del Castillo.

LA ANDALUCÍA MÉDICA

En cada número, el artículo principal de La Andalucía Médica se acompañaba de un retrato de la persona enferma, insertada en una cartulina de mayor grosor e impresa con un marco donde se pegaba una copia fotográfica original de 6x9 cm de papel a la albúmina. Las imágenes, acompañadas de su correspondiente descripción médica, mostraban terribles malformaciones y abscesos, muchos ligados a distintos tipos de cáncer. Esta experiencia permitía a los médicos disponer de las primeras pruebas clínicas gráficas de la medicina española. En algunos casos, como en el del hortelano cordobés Miguel Moreno, la revista realizaba un seguimiento del tratamiento del paciente, publicando una nueva fotografía, en la que se mostraba la recuperación del enfermo tras la intervención. Una acción que convertía a la fotografía en una prueba veraz e irrefutable del éxito del tratamiento.

La publicación nunca firmaba las fotografías, por lo que no podemos identificar sus autores. Sin embargo, como numerosos enfermos eran pacientes cordobeses del doctor Rodolfo del Castillo, podemos afirmar que un importante número de ellas están realizadas en Córdoba, seguramente por alguno de los retratistas cordobeses de la época, como Miguel Bravo, Reyes y Corradi o Romualdo Castro. Aunque, por la sencillez de las fotografías, siempre retratos frontales, con la luz lateral con muy bajo contraste y enmarcadas en un óvalo de fondo neutro, podrían encajar con el trabajo de uno los fotógrafos cordobeses más populares de la década de 1870: José Nogales. No obstante, otro importante grupo de fotografías eran de casos del doctor tarraconense Juan Giné y Partagás, quien podría ser el autor de sus imágenes, ya que era aficionado a la fotografía.

Fuera quien fuese el retratista, cabe destacar la gran profesionalidad del autor al conseguir fotografiar a los pacientes con una gran dignidad, aunque las terribles afecciones son de un gran impacto y conforman una auténtica galería de los horrores. Aunque la vida de La Andalucía Médica fue extensa, desde 1879 las fotografías serían sustituidas por grabados, desapareciendo de sus páginas y poniendo fin a una iniciativa pionera en la historia de la medicina y de las publicaciones en nuestro país.