Emblema del enorme poder político, económico y religioso de Pedroche en el siglo XVI y situada en lo más alto de un cerro, en la parte más elevada de la población, emerge la torre parroquial, que puede divisarse desde muchos kilómetros de distancia. Según el historiador pedrocheño Rafael Romero Misas, las obras de este monumento comenzaron en al año 1520, como se puede apreciar en una inscripción existen en la denominada ventana del reloj (llamada así por albergar un original reloj de pesas destruido en 1936).

Romero afirma que en la construcción intervinieron las tres generaciones de los Hernán Ruiz, los arquitectos más importantes de la época en Andalucía, que también trabajaron en la torre del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral de Córdoba o en la parte alta de la Giralda de Sevilla. Aunque no está documentado, Hernán Ruiz I trabajó en el primer cuerpo de la torre y ya con fe de escribanos se puede decir que Hernán Ruiz II lo hizo entre 1544 y 1558, que intervino en el campanario, mientras que entre 1579 y 1588 intervino Hernán Ruiz III. Juan de Ochoa fue el encargado de terminar la construcción de la torre, con un cuarto cuerpo, que tuvo lugar en 1592, tras 72 años de obras.

El resultado fue una torre de granito que consta de cuatro cuerpos, el primero cuadrado, al que se sube por gradas, el segundo octogonal, el tercero (el campanario) también cuadrado y el cuarto (los mojinetes) es un cilindro con remate cónico. A los tres últimos cuerpos se accede por una esbelta escalera de caracol, mide 56 metros de altura y cuya entrada se encuentra fuera de la iglesia de El Salvador, aunque en un principio esta iba a ser desde el crucero del templo, parte que no llegó a realizarse.

La torre ha marcado parte de las vidas de los pedrocheños. Sus campanas tocaban a muerte, a boda o al fuego y servían de orientación horaria a los vecinos, con los toques de ángelus (al mediodía), vísperas (a las tres de la tarde) o ánimas (a las nueve de la noche), aunque estas dos últimas costumbres han desaparecido. La atalaya también fue objetivo a poseer por leales y rebeldes a la República durante la Guerra Civil, debido a su altura y situación.

El 29 de enero de 1979, la torre de Pedroche es declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional y en 1994 la Junta de Andalucía le da el título de Bien de Interés Cultural.

En el año 1995 la torre se encontraba en peligro de derrumbe y la Junta de Andalucía llevó a cabo una importante intervención, utilizando técnicas de última generación, que llevaron a cabo los arquitectos Jerónimo Sanz y Clemente Lara de Peña.

«Tenemos la obligación de que nuestra torre pase a ser la torre de toda una comarca, y que este importante patrimonio sea conocido más allá de toda una provincia», afirma Pedro de la Fuente Serrano, concejal de Cultura. Para festejar como se merece el quinto centenario de la torre, esta delegación municipal ha preparado un amplio programa de actividades, como una musealización de la torre, dotándola de paneles informativos en su interior, así como de un sistema de audioguías para que el visitante pueda disfrutar de ella individualmente. También se programarán visitas guiadas tanto diurnas como nocturnas y se publicará una guía educativa infantil de la torre. Además, se acordarán convenios con colegios de la comarca para visitas a la torre y conseguir un acercamiento a la historia de Pedroche.

Igualmente, se realizarán conferencias sobre la torre parroquial y la figura de sus arquitectos, dentro de las VI Jornadas de Historia Local de Pedroche.

Otros actos organizados por la delegación municipal del Cultura son la observación de las estrellas y orientación por el cielo desde el campanario y una actividad con radioaficionados QSL, para dar a conocer esta efemérides a todo el mundo, apoyado en una gran promoción del monumento en redes sociales. «Somos unos privilegiados por disfrutar de esa torre, y ese privilegio debemos hacerlo extensivo a todo el mundo», afirma Pedro de la Fuente.

Una vez al mes, a lo largo del año, diferentes poetas recitarán ante un grupo reducido de personas, en la sala del reloj de la Torre Parroquial. Esta actividad está organizada por Soliénses y en ella colabora el Ayuntamiento.

Por su parte, el alcalde de Pedroche, Santiago Ruiz García, dice que «es un aniversario emblemático, son quinientos años de identidad y cinco siglos que marcan un antes y un después», en relación a este importante evento que afronta la localidad y con el que se ha volcado el Ayuntamiento.

Para dar más vistosidad a este quinto centenario se ha embellecido el entorno de la torre, en una actuación que ha supuesto una inversión de 140.000 euros aproximadamente, llevada a cabo por la Diputación y el Ayuntamiento, que ha dejado al descubierto una ventana del edificio que ha permanecido tapada por un terraplén durante siglos y se ha acondicionado la explanada ante la ermita de Santa María para utilizar el espacio para actividades culturales, como la representación de Asonada, obra de teatro de carácter histórico que versa sobre la demolición del castillo de Pedroche. Ese castillo que fue derrocado por los propios vecinos de Pedroche y villas de la comarca en una revuelta contra el poder feudal 32 años antes de que con sus mismas piedras se empezara construir la torre. Se ha recuperado el aspecto original que tendría este lugar en el año 1592.

La solidez de sus cimientos y el mimo de los vecinos son las garantías para que en el año 2520 la torre de Pedroche celebre vertical su milenario.