La sonda Rosetta (Agencia Espacial Europea, ESA) concluyó su exitosa misión estudiando el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (apodado Chury) al chocar con su superficie. Este impacto fue completamente intencionado y programado durante meses por los técnicos y científicos de ESA, todo ello controlado desde el centro ESAC de Villanueva de la Cañada (Madrid). En cualquier caso la sonda ha cumplido de sobra sus objetivos científicos: el estudio detallado del núcleo de un cometa durante más de dos años. Al encontrarse lejos del Sol (720 millones de kilómetros) sus paneles solares iban a dejar de funcionar muy pronto, por lo que se decidió finalizar su misión de esta espectacular manera.

¿Qué ha conseguido Rosetta? En una frase, esta modesta sonda espacial (su presupuesto ha sido de 1.300 millones de euros: esto es 413 veces menos que el presupuesto anual de defensa de los Estados Unidos, o solo 4 veces el presupuesto de la primera película de El Hobbit, o para los forofos del fútbol, es el sueldo anual de 18 Cristianos Ronaldo) ha revolucionado nuestro conocimiento de los cometas y dado pistas claves a la hora de entender la formación del Sistema Solar. Así, Rosetta encabezó la lista de los 10 descubrimientos más destacados en el 2014 confeccionada por la prestigiosa revista científica Science ese año.

Chury es un cometa viejo creado en los principios del Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años (confirmando así que los cometas se formaron por entonces), por la unión de dos proto-cometas. Chury presenta una forma muy peculiar, con dos lóbulos asimétricos que le dan una forma parecida a un patito de goma. Con unas dimensiones de 4.1 x 3.3 x 1.8 kilómetros (cuerpo del patito) y 2.6 x 2.3 x 1.8 kilómetros (cabeza del patito) y una masa de 10 mil millones de toneladas, Chury gira sobre su eje en solo 12.4 horas. El cometa es muy oscuro (más oscuro que el asfalto), reflejando solo el 6% de la luz que llega del Sol. Rosetta ha confirmado que, más que una «bola de nieve sucia» (descripción que se ha dado a los cometas durante décadas), Chury es una «bola de polvo», donde el hielo y la roca se encuentran muy mezclados. Así también se difumina más la frontera entre cometas y asteroides. De hecho, el estudio del hielo de agua de Chury efectuado por Rosetta confirma que el agua de este cometa no es parecida al agua que contienen los océanos terrestres. Ahora los científicos apoyan la hipótesis de que fueron los asteroides (y no los cometas) los que trajeron el agua de la Tierra durante la formación del Sistema Solar.

Como Rosetta ha acompañado a Chury durante su paso por el perihelio (el punto más cercano al Sol) también ha estudiado en detalle los cambios en el cometa mientras se acerca y se aleja del Sol. Usando los datos de Rosetta, los científicos han estimado que Chury pierde entre 3 y 5 millones de toneladas cada vez que pasa cerca del Sol, midiendo picos de 1 tonelada de polvo y 300 kg. de vapor de agua por segundo. Además, Rosetta ha observado multitud de cambios en la superficie del cometa, incluyendo violentos chorros intermitentes de material. Rosetta ha confirmado que los cometas son ricos en oxígeno y compuestos orgánicos complejos (glicinas, alcoholes, acetonas y formaldehidos), además de moléculas ricas en azufre. Uno de los últimos logros de la misión fue la detección del módulo Philae el 2 de septiembre. Este módulo, lanzado desde Rosetta en noviembre del 2014, debería haber aterrizado en una zona iluminada por el Sol, pero el sistema de anclaje falló y terminó en una grieta en la que no llegaba la luz solar, indispensable para que Philae pudiera maniobrar. Aunque la exploración espacial haya terminado, el estudio científico de Chury durará varios años: aún quedan sorpresas que podrían aparecer al analizar e interpretar todos los datos proporcionados por los instrumentos de Rosetta.

(*) El autor, astrofísico cordobés en Australian Astronomical Observatory / Macquarie University y miembro de la Agrupación Astronómica de Córdoba, escribe regularmente en el blog ‘El Lobo Rayado’ en la dirección de internet http://angelrls.blogalia.com. Puedes seguirlo en Twitter en @El_Lobo_Rayado.