¿Qué es el coronavirus?

Es un virus que provoca síntomas similares a un resfriado pero que, por mecanismos no muy conocidos, en algunos casos puede originar una neumonía o incluso, complicándose, puede provocar la muerte del paciente infectado.

¿Cómo se contagia?

El principal mecanismo de contagio entre los humanos es la vía aérea -la tos-, el contacto directo y, raramente, la vía fecal.

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas son la fiebre, que está presente en nueve de cada diez paciente; la tos seca y la sensación de fatiga en un 80 por ciento de los casos; la sensación de ahogo progresivo, en un 20 por ciento de los casos, y los estornudos y las secreciones nasales. El dolor de garganta es poco habitual, pero también puede darse.

¿Cuál es el tiempo de incubación?

De 2 a 14 días, y durante este período, a la vez se puede contagiar.

¿Existe un tratamiento?

A día de hoy, la mejor medida terapéutica es la prevención del contagio. Se estima en un año -o año y medio- la posibilidad de disponer de una vacuna a modo preventivo, no curativo.

En fase experimental está ya desarrollado el Remdesivir, que es un antiviral de la familia de los análogos de nucleótidos y que se está ensayando tanto para el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERSH) como para el ébola.

Los únicos tratamientos efectivos en la actualidad para un paciente con confirmación diagnóstica son, en los casos más graves, las medidas de soporte respiratorio.

¿Cómo se puede prevenir el contagio?

Para reducir el contagio es recomendable mantener una buena higiene de manos; al toser, cubrirse con un pañuelo o con el codo, no con la mano; evitar en la medida de lo posible el contacto con quien esté resfriado, y evitar viajar a la provincia china de Wuhan, que es la zona endémica originaria, extendida ahora a toda la zona continental.

¿Debemos alarmarnos por la emergencia de salud pública que ha originado coronavirus Covid-19?

La OMS indica que es una emergencia de salud pública al tratarse de un virus desconocido hasta ahora y al disponerse aún de fármacos desarrollados efectivos. Existe riesgo de pandemia -es decir, epidemia global mundial- si las medidas de contención llevadas a cabo hasta ahora no fuesen efectivas.