En el caso de la muerte del jóven extremeño Pablo Sierra, la autopsia ha confirmado la tesis que barajaban los investigadores, que su muerte fué accidental.

El estudiante de 21 años hallado en el río Guadiana tras dos semanas de búsqueda, murió de forma accidental, según todos los indicios. La Policía ya trabajaba con esa hipótesis desde hace varios días tras analizar las imágenes de decenas de cámaras, tomar declaración a su entorno y a otras personas, y confirmar que la sangre hallada en su móvil era suya. Ni rastro de terceras personas.