Pamplona y su comarca hacen frente a la mayor crecida del Río Arga en dos décadas. El Arga se desbocó con inusitada fuerza alcanzando casi los seis metros de altura, anegando amplias zonas de la capital y sus alrededores y aislando a barrios enteros, como el de Rochapea. Una veintena de personas fueron rescatadas y centenares de coches retirados. Los vecinos se afanan hoy sacando el agua y el barro de bajos y garajes y evaluando los daños.

Más al norte, en el valle de Baztan, un dispositivo de búsqueda intenta localizar a un vecino de Elizondo, de 61 años, desaparecido cuando iba en su vehículo a trabajar. El foco por las crecidas se traslada ahora hacia el Sur, hacia los municipios de Peralta, Falces y Funes. En Milagro, los bomberos rescataban a un hombre que había acudido a su finca a socorrer a sus perros.