Al menos 33 españoles de nacimiento estuvieron internados en Auschwitz. La mitad consiguieron salir vivos de aquel infierno, supervivientes ya fallecidos de los que nos quedan sus testimonios. Auschwitz es el ejemplo del horror de aquellos campos, pero hubo muchos más donde miles de españoles también fueron internados. Lápidas en el campo de Mauthausen, en Austria, recuerdan que allí estuvieron más de 7.000 de ellos. Casi 5.000 murieron allí o en campos más pequeños construidos alrededor de Mauthausen, como el de Gusen. Los nazis los identificaron con un triángulo azul sobre el que aparecía escrita una "S" que les definía como spanier, es decir, como apátridas españoles. Los familiares.
