Justo a la 1 de la tarde la lava volvía a tocar aguas del Atlántico. Es la cuarta vez que llega al mar produciendo una gran nube de gases, visible a kilómetros de distancia. Inmediatamente se decretaba el confinamiento de los barrios más cercanos, incluido Tazacorte. Recomiendan cerrar puertas, persianas, ventanas... Incluso sellarlas con cinta adhesiva. La lava está formando ya una fajana independiente del gran delta lávico, que se originó hace días al sur, a más de un kilómetro de distancia. La isla ya ha crecido 43 hectáreas gracias a estas fajanas. Mientras, el volcán continúa provocando seismos. Hasta el mediodía se contabilizaban más de 50 temblores, el mayor de magnitud 4,8. "El volcán sigue vivo", aseguró hoy Vicente Soler, del Instituto Geográfico Nacional.