Absuelto por primera vez en el caso de los trajes, en el que sus subordinados sí admitieron los polémicos regalos de la trama Gürtel. Camps ha ido esquivando una por una cada una de las causas en la que se ha visto salpicado, desde el caso Noos de Urdangarin, a cada uno de los polémicos contratos de la Generalitat valenciana con el que fuera su amigo del alma, Álvaro Pérez. El hombre de Francisco Correa en esa comunidad autónoma. Acusado de prevaricación y fraude a la administración pública, Anticorrupción reclama para él dos años y medio de prisión y 10 de inhabilitación. Camps, según la Fiscalía, dio instrucciones para que se adjudicara a dedo el montaje del stand de Fitur de 2009 a Orange Market, la empresa de Correa, por un importe de 366.000 euros. Junto a Camps se sientan en el banquillo 26 acusados más y una decena de ellos ya ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía. El juicio se prolongará hasta finales de mayo, coincidiendo con las elecciones municipales y autonómicas, lo que deja sin opciones su anunciado deseo de volver a la política.