Un maniquí a tamaño real de Jeff Bezos, acostado sobre una enorme caja de Amazon y sujetando billetes de dólar, fue lanzado este martes al Gran Canal de Venecia, flotando entre góndolas y vaporettos ante la mirada atónita y divertida de turistas y residentes. La acción fue una protesta creativa contra la lujosa boda del multimillonario, prevista para este fin de semana en la ciudad.
La intervención fue obra del grupo artístico y activista Konn Artiss, que explicó, a través de su agencia de relaciones públicas, que el maniquí estaba montado sobre una balsa motorizada controlada a distancia. La protesta buscaba denunciar la creciente desigualdad económica y el uso de espacios históricos por parte de los ultrarricos.
La boda entre Bezos y su pareja, Lauren Sánchez, ha provocado la movilización de una docena de organizaciones venecianas, incluyendo colectivos por la vivienda, grupos universitarios y activistas contra los cruceros. Bajo el lema “No hay espacio para Bezos”, los manifestantes critican no solo el impacto del evento en la vida local, sino lo que consideran un símbolo del desdén de los multimillonarios hacia las comunidades.
Además de la acción en el canal, los activistas han desplegado pancartas en lugares emblemáticos. Esta semana se unieron a las protestas Greenpeace y el grupo británico "Everyone Hates Elon", conocido por destrozar autos Tesla en actos contra Elon Musk. En la Plaza de San Marcos, desplegaron una gran pancarta con la frase:
"Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos", acompañada de una imagen gigante de Bezos. La policía retiró el cartel poco después.
Hasta el momento, los representantes de Bezos no han comentado sobre las protestas.
La boda, prevista como un evento de varios días, ha reavivado tensiones en una ciudad históricamente afectada por la presión turística, la gentrificación y la pérdida de vivienda asequible. Para muchos, la presencia de figuras como Bezos representa una ciudad convertida en escenario de lujo, más que un hogar para sus habitantes.
