Frente a la aduana del Chaparral familias enteras esperan su turno, ahora truncado por una de las primeras decisiones de Trump en el cargo. Nidia Montenegro es venezolana, tenía cita para ir Estados Unidos, pero todas las entradas se han cancelado. Pendientes del teléfono, durmiendo con menores en tiendas de campaña, ahora miles de migrantes ven su sueño cada vez más lejos. La decisión, advierten funcionarios que trabajan en la frontera, tendrá consecuencias inmediatas. Trump ha desplegado 1.500 militares en la frontera con México y el Pentágono proporcionará también transporte militar. El objetivo es un blindaje total con hasta 10.000 soldados que atajarán la migración a cerrojazo limpio.
