El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó hoy crear un grupo de trabajo para liquidar las secuelas del vertido de crudo en el estrecho de Kerch, que separa los mares Negro y Azov, ocurrido tras los accidentes sufridos este domingo por dos petroleros debido a la tormenta.
"El grupo de trabajo se encargará de organizar las labores de rescate y también de la liquidación de las consecuencias del vertido de combustible", informó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, a la prensa local.