"¡Haced que dimita!" es el grito desesperado de los surcoreanos a los diputados. Se lo piden entre lágrimas y a ritmo de música electrónica. Quieren que el presidente se vaya. Lo piden también estos parlamentarios, pero todas las demandas han sido en vano. La destitución del mandatario ha fracasado. Su partido le ha dado el respaldo para boicotear el proceso y todos los diputados, excepto uno, han abandonado la Asamblea. Se necesitaban ocho votos en sus filas para sacarla adelante la moción. "Es lamentable", apunta el presidente de la Cámara ante la falta de 'quorum'. Yoon sobrevive al Parlamento, pero el líder de su formación asegura que se irá, que buscarán una salida ordenada y precisamente en manos del partido dejaba el presidente su futuro antes de la votación en un mensaje al país en el que pedía perdón por haber decretado la ley marcial. "Vendré hasta que se vayan él y su partido", dice una manifestante. La calle sigue en pie de guerra.