"El barco ha llegado a la orilla", es la gráfica frase acogida entre aplausos en la sede de la ONU que habla de un acuerdo histórico para la conservación de los océanos, que los propios ecologistas celebran en la sala. El texto abre el camino para crear áreas total o altamente protegidas a partir de las 200 millas de la costa, lo que se conoce como aguas internacionales. También mantiene vivo el objetivo de proteger el 30% de los océanos del mundo para 2030, tal y como se planteó el pasado diciembre en la Cumbre de Montreal. En la actualidad solo un 3% de la superficie de los océanos está protegida. La mayoría de sus aguas y la fauna que la habita vive en continua amenaza por la sobrepesca, los vertidos de petróleo y fertilizantes, residuos plásticos o el cambio climático. Sólo en plásticos, arrojamos al océano más de 8 millones de toneladas métrica al año, lo que haría que en tres décadas hubiera más plástico que peces en el mar.