Al descubierto toda una pared lateral de un edificio de cinco pisos en Kiev, con los muebles y otros enseres a la intemperie. Así es la devastación a vista de dron tras las bombas rusas que han caído en un barrio residencial de Kiev, con decenas de tejados que han volado por los aires y el paisaje de una nueva destrucción masiva. El propio alcalde de Kiev señala in situ dónde ha caído uno de los cohetes rusos y cómo la destrucción ha alcanzado una escuela y media decena de bloques de viviendas. Un nuevo zarpazo de la artillería rusa contra la población que deja al menos un muerto y una veintena de heridos, entre ellos cuatro niños. Los bomberos extinguen las últimas llamas y siguen buscando posibles víctimas entre los escombros. Según Kiev, 60 civiles han muerto ya en la capital ucraniana desde el inicio de la invasión y 240 han resultado heridos.