Los intentos desesperados por liberarlo con ocho remolcadores no han tenido éxito. El carguero, uno de los más grandes del mundo, lleva encallado desde el martes por la proa y por la popa en las orillas del canal de Suez. Mientras cerca de 150 embarcaciones están bloqueadas en la entrada desde entonces. Cada día que pasa las consecuencias sobre la economía mundial son mayores. Por esta ruta marítima pasa el 12% del comercio mundial y el 7% del petróleo, una media de 60 barcos diarios. Las dimensiones del barco de 400 metros de eslora, similar al Empire State, complican la maniobra que es muy restringida además por el estrechamiento del canal. Ahora el plan de rescate en el que interviene una empresa holandesa es esperar a que la marea alcance su nivel más alto, eso no será hasta el 31 de marzo. Desencallarlo puede llevar días e incluso semanas por eso las compañías se plantean cambiar la ruta por el cabo de buena esperanza aunque eso suponga diez días más de viaje.