El pequeño Tucker ha recorrido más de 1.000 kilómetros para cumplir su sueño: conocer a su ídolo Carlos Alcaraz. Lo ha hecho el día de su duodécimo cumpleaños en la ciudad de Charlotte, donde Alcaraz jugaba un partido de exhibición contra el estadounidense Tiafoe.

Gracias a una trabajadora del evento, Tucker pudo bajar a la pista para acercarse a pedir un autógrafo. Alcaraz leyó la pancarta que alzaba en sus brazos el pequeño Tucker y no dudó en firmarle un autógrafo en su gorra. Sin embargo, para sorpresa del pequeño, el tenista murciano volvió a acercarse a él para regalarle su raqueta.

Barrett Norton, la madre de Tucker, compartió el bonito momento por redes sociales, escribiendo un gran agradecimiento a todos los desconocidos que ayudaron a hacer el sueño de su hijo realidad, en especial a Carlos Alcaraz. "Un recuerdo de cumpleaños que durará toda la vida", afirmaba la madre del niño.