Si queremos adelgazar, no solo basta con incorporar nuevos y saludables alimentos a nuestra dieta, también eliminar otros. Sin embargo, cuando diseñamos la dieta solemos pensar únicamente en alimentos, cuando las bebidas también juegan un papel importante a la hora de perder peso, por eso, te mostramos bebidas que tienes que dejar de tomar si quieres adelgazar.
Bebidas para adelgazar
Estas son las cuatro bebidas que debes dejar de tomar para perder peso.
Bebidas energéticas
Empezamos por uno de los ejemplos más obvios, y es que las bebidas energéticas, aunque te activen, el problema es que esto lo logran gracias a estimulantes y grandes cantidades de calorías. Dichas calorías las aportan ingredientes como el azúcar o los edulcorantes que llevan y que, aunque se pueden tomar con moderación, lo mejor, si se quiere adelgazar, es dejar de consumirlas.
Refrescos
Son un gran impedimento a la hora de perder peso y eliminar grasa abdominal. Si quitamos los refrescos de nuestro día a día debemos sustituirlos por agua. Y es que, el problema de los refrescos es su alto contenido en azúcares y edulcorantes artificiales que no es solo que no ayuden a perder peso, sino que logran el efecto contrario. También son ricos grasas saturadas.
Café y té industrial
Las bebidas cremosas contienen una gran cantidad de calorías. El té y el café son un problema para nuestra salud debido al alto contenido en azúcar y grasas que contienen. Por ejemplo, algunos tipos de café contienen hasta 20 gramos de azúcares añadidos, mientras que otros tipos de té se preparan con leche condensada y hielo. No tomar cafeína en exceso ayuda también a evitar problemas de insomnio.
Zumos de frutas
Pasa lo mismo que con el resto de bebidas, y es que los zumos de frutas industriales aportan gran cantidad de azúcares en un solo vaso. Y es que, un zumo de naranja puede contener hasta 10 cucharadas de azúcar por vaso, lo que supera ampliamente a los 825 gramos diarios recomendados por la OMS. Por eso, si se quiere tomar zumos, la mejor opción es que sean naturales y sin añadirles azúcar en la preparación, además de evitar vasos excesivamente grandes.
