Aunque muchos animales de compañía siguen siendo abandonados -según los análisis de Fundación Affinity, unos 138.000 al año, contando sólo a los perros- el aumento de transportes y lugares de vacaciones donde son bienvenidos facilita que cada vez más familias se planteen llevárselos consigo.

De acuerdo con la Asociación nacional de fabricantes de alimentos para animales de compañía (ANFAAC) en 2019 había en España 28 millones de mascotas pero, a raíz del confinamiento forzado y las restricciones sanitarias, esa cifra aumentó entre ciudadanos que "para combatir la soledad" adquirieron alguna y ahora quieren llevársela consigo en sus viajes, según diversos expertos consultados por Efe.

Un portavoz de Vueling ha asegurado que, ya en 2019, esta aerolínea española transportó más de 70.000 mascotas en sus aviones pero en 2021 se muestran "sorprendidos por el aumento significativo de familias que solicitan poder incluirlas en el trayecto".

La planificación del viaje resulta imprescindible para atender al bienestar de los animales y, en ese sentido, la psicóloga y terapeuta canina de ‘Perropeuta’, Paula Díaz Santos, ha señalado la importancia de "no sólo contar con lo que necesite el animal para viajar, sino tener en cuenta también su tranquilidad mental", de forma que pueda beneficiarse por completo con las vacaciones.

Y es que "un viaje no es sólo el trayecto, sino un cambio del entorno a un lugar desconocido, donde el animal pierde sus referencias diarias: lugar de descanso, de comer, juguetes…" de manera que el cambio de rutinas puede convertirse en "potencial estresante" y generar conductas "poco habituales" en el animal como irritabilidad o agresividad.

Se trata entonces de contar con los requisitos legales indispensables como la cartilla de vacunación o el chip dentro de la mascota, pero también con su capacidad de adaptación.

Así, los perros son los animales "más fáciles de llevar" pues sólo precisan "la compañía de su manada -la familia- y, en el lugar de destino, un buen espacio para correr, jugar y oler" mientras que en el caso de los gatos esa aclimatación "puede llegar a ser más o menos laboriosa".

"A nosotros nos sienta muy bien cambiar las rutinas, pero para los gatos no es tan satisfactorio" y en su caso las vacaciones fuera de casa "son su peor opción" ya que presentan complicaciones como estrés, miedo, dificultad para dormir o ansiedad, ha explicado la presidenta del Colegio de veterinarios y vocal de pequeños animales en la Organización Colegial Veterinaria de Tenerife, María Luisa Fernández.

Por ello es "importante acostumbrar a las mascotas a viajar en coche, aun en trayectos pequeños" y acondicionar bien el lugar de hospedaje con rascadores, areneros, camas o juguetes para facilitar su adaptación.

Además de perros y gatos, otras especies también pueden disfrutar de las vacaciones en su calidad de mascotas, como los roedores, los hurones o las aves, especialmente "las de la familia de los 'psitácidos' como los loros o papagayos, que se adaptan muy bien porque son inteligentes, afectuosos y necesitan estímulos como el cambio de entorno".

En cuanto a los animales exóticos como reptiles o insectos, hay que tener en cuenta “la temperatura de sus habitáculos o terrarios, evitar un movimiento excesivo y asegurarnos de que las condiciones ambientales del destino sean parecidas a lo que están acostumbrados”, ha explicado el veterinario del Hospital de la Universidad Complutense de Madrid, Ángel Soto.

Las mascotas también llevan equipaje: desde su jaula o transportín hasta juguetes e incluso medicación para mareos o sedación en caso de que les puedan los nervios.

Dependiendo del transporte elegido, podrán viajar sobre las piernas de sus amos -si no superan los diez kilos- o en camarotes especiales o bien bodega, aunque en la medida de lo posible las compañías buscan cada vez más permitir que no hagan el viaje solos.