El príncipe Guillermo de Inglaterra ha reconocido este jueves ante un grupo de ciudadanos que el cortejo fúnebre en el que participó el miércoles, detrás del féretro de su abuela Isabel II, le recordó al funeral de su madre, Diana de Gales, en 1997.

Guillermo, príncipe de Gales y primero en la línea de sucesión al trono británico, siguió a pie el féretro de la difunta reina desde el Palacio de Buckingham hasta el de Westminster, donde se ha instalado hasta el lunes una capilla ardiente.

Junto a su esposa, Catalina, el príncipe de Gales ha examinado las ofrendas depositadas por los ciudadanos junto a la residencia oficial de Sandringham, en el condado inglés de Norfolk, y se ha acercado a un grupo de personas que había en las inmediaciones.

Una de estas ciudadanas le trasladó que su madre estaría "orgullosa" de él y que los actos del miércoles debieron ser "duros" para él. El primogénito de Carlos III reconoció que le había traído recuerdos del funeral de su madre, cuando también salió en procesión junto al ataúd, informa la BBC.

Por aquel entonces, el príncipe Guillermo tenía 15 años y la escena de él y su hermano Enrique en el cortejo fúnebre es una de las imágenes más simbólicas de un funeral que fue especialmente significativo para Reino Unido, a pesar de que Diana ya se había divorciado.