Esta no es una semana cualquiera en Italia, es la semana del Festival de San Remo. Como cada año, este certamen de la canción ligera, en la que cabe prácticamente de todo, acapara la atención del país imponiéndose al coronavirus, que no ha podido acallar el certamen -aunque sí alterarlo, pues por primera vez será sin público-.

El Teatro Ariston de San Remo acoge desde este martes y hasta el sábado la 71 edición del festival, cita ineludible desde 1951 y uno de los más longevos del planeta, que este año sin embargo ha tenido que posponerse un mes por la crisis sanitaria. En cualquier caso, el certamen musical se mantiene, al ser uno de los eventos más esperados y comentados de un país ya algo aburrido de la crónica vírica y de los vaivenes de la política patria, los 'monotemas' cotidianos.

Y es que este no es solo un festival, sino que en sus horas y horas de emisión cabe de todo: honras, discursos reivindicativos, arrebatos chovinistas, bromas o apariciones estelares e inesperadas. Este año se sabe, por ejemplo, que será jurado del certamen el futbolista del Milan Zlatan Ibrahimovic. Y que incluso cantará este jueves. Lo hará acompañado del exjugador y actual entrenador del Bolonia FC Sinia Mihajlovi, de 52 años, junto al que interpretará el éxito de 1972 'Io Vagabondo', de la banda italiana Nomadi.

"Espero que 'Miha' no sepa cantar, al menos así estaremos al mismo nivel", ha bromeado 'Ibra'. "No sé qué esperar, pero estoy relajado. Si me equivoco, nadie puede juzgarme. Sería incluso mejor si lo hago bien, significaría que tendré otro trabajo disponible para cuando dejar de jugar." El jugador de 39 años está lesionado, lo que no será impedimento para que cante y ejerza de jurado.

Con todo, será una edición diferente por las restricciones de la pandemia, algo inaudito en Sanremo, pues en la edición del pasado año, entre el 4 y el 8 de febrero, nadie esperaba lo que venía. Aquellas eran noches afables en las que el virus no existía y solo importaba si un cantante entonaba o no.

Aunque nadie lo sospechaba, por entonces faltaba solo un mes para que Italia se convirtiera en el primer país occidental en confinarse. Este año, la RAI se ha visto obligada a renunciar al público para poder celebrarlo, ya que lo contrario sería incomprensible al estar cerrados desde hace un año (excepto entre junio y octubre) todos los cines y teatros de Italia.

Se trata de todo un sacrificio precedido por un sonoro debate que tuvo que ser zanjado por el ministro de Cultura, Dario Franceschini: "El Ariston es un teatro como los demás y por lo tanto el público podrá regresar cuando las normas lo permiten". Por supuesto, sobre las tablas se deberá respetar la distancia de seguridad y además se han excluido eventos paralelos en la ciudad genovesa, siempre envuelta en fiesta en lo que dura el concurso.

Esta edición estará dedicara a la 'ripartenza', al nuevo inicio tras la crisis, en palabras de su presentador Amadeus, por lo que cabe esperar momentos de homenaje a los casi cien mil muertos en Italia y a los sanitarios que combaten el virus en primera línea.

Algo que no cambia es la figura de la mujer guapa acompañando al presentador. Aunque se había anunciado la llegada de Noemi Campbell, finalmente la sustituirá la joven modelo Vittoria Ceretti, musa de Dolce&Gabbana.

El cualquier caso, el coronavirus tocó pero no hundió San Remo, que ha vuelto con esa curiosa mezcla de combate musical entre nuevas y viejas glorias, a menudo "resucitadas" para la ocasión, con una suerte de estética 'kitsch'. Aunque la historia del concurso tiene altibajos, como casi todo lo duradero, en Italia no se es nadie si no se compite en él.

Por sus escenarios pasaron gigantes como Mina, Al Bano y Romina Power, Eros Ramazzoti, Domenico Modugno con su 'Nel blu dipinto di blu' (1958), Luigi Tenco y Dalida, Lucio Dalla, Zucchero, Andrea Bocelli o Laura Pausini, cuya carrera despegó ganándolo en 1993 y que será una de las invitadas de este año tras lograr hace unos horas el Globo de Oro a la mejor canción original.