A Cindy Crawford la hemos visto en estos últimos años más pendiente de la carrera meteórica como modelo internacional de su hija, Kaia Gerder, y de su hijo, Preston, que de sus cosas, aunque sigue siendo imagen de varias firmas. Pero aquí la tenemos de nuevo, a sus 55 años, posando en unas imágenes que firma Juankr y en una portada, la del número de setiembre de la edición española de la revista 'Vanity Fair', donde afirma que de nostalgia nada. "No echo de menos los 90. Me gusta ser quien soy".

La norteamericana, una de las supermodelos más icónicas y carismáticas de la historia, el lunar más estratégicamente colocado, aparece en su primer reportaje fotográfico realizado en las inmediaciones de su casa de Malibú. En la entrevista, Crawford se refiere a una vieja amiga suya, la modelo británica Naomi Campbell, que sorprendió al mundo antes de que la pandemia estallase equipada de arriba abajo con un mono, guantes y máscara de protección. "Ha sido definitivamente una visionaria... Naomi siempre ha vivido muy preocupada por los germenes. Y tenia razon. Ahora estamos todos concienciados, pero ella iba muy por delante del resto", explica.

La modelo, que también probó suerte como actriz, explica que ha pasado muchas semanas recluida en su casa de Malibu con su marido, el exmodelo y empresario Rande Gerber, y su dos hijos, Presley, de 22 anos, y Kaia, que cumple 19 este mes. Una situación que ha estrechado una relación familiar que en circunstancias normales se hubiese desarrollado a distancia y viajando por distintas partes del mundo.

Los 'paparazzi' seguían a mis hijos hasta en la guarderia -recuerda-. Solo ahora han entendido lo duro que era. Los hijos de padres famosos tienen que lidiar con la fama sin elegirla, pero tambien crecen con muchas ventajas. Es un tema en el que no hay nada escrito. Los ninos ven como sus padres manejan cada situacion... Presley y Kaia entienden que una cosa eres tu y otra tu imagen publica. Han ido descubriendo por si mismos lo que significa ser popular

Ha trabajado con todos los grande popes de la fotografía, pero en la entrevista tiene un recuerdo para quien la enseñó a posar, Victor Skrebneski -"Gracias a el, cuando llegue a Nueva York estaba lista para posar para Richard Avedon-. Y para otra leyenda que ya nos dejó, Herb Ritts, que fue quien le presentó a su primer marido, el actor Richard Gere. "Éramos muy amigos. De hecho, vivi un ano en su casa. Herb me enseno a apreciar mi belleza. Yo no era lo que se dice delgada, pero a el le encantaba. Amaba mi cuerpo, mi cara, mi lunar. Me ayudó a sentirme segura, a probar cosas nuevas".

RECUERDO PARA VERSACE

También recuerda a Gianni Versace. "Forma parte de mi historia. Él si sabía disfrutar de la vida. Recuerdo de jovencita ir a su casa de Miami, tan opulenta. Yo venía del Medio Oeste y todo me parecía muy glamuroso. Era un artista, un apasionado por su visión de la moda y, a la vez, tan dulce. Demostró que las mujeres pueden ser sexies, guapas y fuertes a cualquier edad. Tras su muerte, Donatella captó su espíritu a la perfección. Así que participar en el desfile homenaje por el 20 aniversario de su asesinato fue mágico. Jamás olvidaré el momento en el que se descorrió el telón y estábamos todas allí de pie, con aquellos vestidos de malla metálica. Creo que hasta quienes no muestran interés alguno por la moda recuerdan los los años noventa con entusiasmo".

Por último, tiene un recuerdo para Barcelona. La ultima vez que estuve allí me comi una paella gigante en un chiringuito espectacular frente al Hotel Arts. Me encanta la paella. Amo también Madrid y el Museo del Prado es mi favorito del mundo