Actor, director, productor y empresario de incansable tesón, Antonio Banderas cumple este lunes 60 años, rodeado de sus seres queridos y con celebración anticipada en su Málaga natal, inmerso, como siempre, en mil proyectos laborales. Este domingo, Antonio Banderas presenta la gala Starlite en Marbella.

Con algunos días de antelación, Banderas y su pareja, la empresaria Nicole Kimpel, han celebrado bajo el cielo malagueño sendos cumpleaños -la alemana cumplió los 40 el 30 de julio-, y lo han hecho acompañados de amigos y allegados, como la periodista María Casado, socia del actor, que han entonado el cumpleaños feliz mientras sel actor oplaban las velas por seis décadas de las que ha consagrado cuatro a su pasión, la interpretación. Banderas pasó en Málaga todo el confinamiento en solitario, mientras su pareja se encontraba en Ginebra junto con su familia.

Hijo de un policía y de una profesora de instituto, José Antonio Domínguez Banderas (1960), empezó a recibir clases de teatro en Málaga con 14 años. Entonces, su objetivo era ser futbolista, vocación truncada por un esguince que haría de la interpretación el eje de su vida. Lo que fue una afición, tras muchos años de trabajo convertiría al malagueño en uno de los rostros españoles más reconocidos en el panorama del cine internacional.

Con 18 años, Banderas abandonó Málaga para trasladarse a Madrid y probar suerte como actor. Allí conocería a Pedro Almodóvar, que sugeriría al actor el nombre artístico con el que sería reconocido mundialmente. Con él, en los años de la movida madrileña, Banderas comenzaría a introducirse en los círculos que necesitaba para convertirse en actor de verdad. Enseguida recibiría sus primeras candidaturas a los Goya por las películas 'Átame' y 'Matador'.

Banderas, que había llenado sus días de audiciones fallidas y noches durmiendo en pensiones, ya era un actor reconocido. Sin embargo, decidió cruzar el charco para empezar de cero en Estados Unidos, con un conocimiento casi nulo con el inglés, como ha recordado en muchas entrevistas.

Allí debutó en los 90 con 'Los reyes del mambo', para continuar con películas de acción como 'La máscara del Zorro', en la que recrearía un personaje icónico, Alejandro Murrieta, alias 'El Zorro', junto a Catherine Zeta Jones.

Hizo también filmes románticos, 'thrillers', y hasta doblajes en el mundo de la animación dando voz al gato con botas más famoso de la historia, el de los ojos tiernos de la película 'Shrek'. Tan carismático y divertido que incluso tuvo filme propio.

Los éxitos cosechados durante esta década le permitieron dar sus primeros pasos como director con 'Locos en Alabama', donde dirigió a su entonces esposa Melanie Griffith, o 'El camino de los ingleses', rodada en su Málaga natal.

Moda y teatro

De carácter perseverante y polifacético, en 2016 se aventuró en el sector de la moda, presentando su propia colección sobre las pasarelas de la Miami Fashion Week. Produjo películas de animación como 'Justin y la espada del valor' y volvió a ponerse bajo las directrices de Pedro Almodóvar en 'La piel que habito', momento en el que recibió el Goya de Honor.

En su prolífica y agitada carrera también han existido momentos de ralentizar la marcha, como en enero de 2017, cuando tras sufrir un infarto se vio obligado a frenar el ritmo de su frenética agenda, aunque sin detenerse del todo, una máxima en la vida del intérprete hasta la actualidad. "No puedo estar sin hacer nada, me subiría por las paredes", explicaba,

En esta última ocasión se lo debe de nuevo a Almodóvar. Su papel de "alter ego" del director manchego en 'Dolor y gloria' no solo le hizo acreedor del Goya como Mejor Actor. Fue nominado a los Oscar por ese trabajo, un Salvador Mallo, director de cine en dique seco, hipocondríaco, que le dio también el triunfo en el Festival de Cannes y en los Globos de Oro.

En este 2020, además, ha logrado consolidar grandes proyectos como empresario, como la puesta en marcha de una productora de televisión con la que crear y desarrollar contenidos de teatro y televisión vinculada a su teatro Soho Caixabank, en Málaga, que se inauguró con la producción de 'A Chorus Line', que él mismo interpretó.

Un proyecto que el actor ha definido como "lo más importante" que ha hecho "jamás" y que estaba en su lista de "pendientes" desde hace 20 años; hoy, su teatro y su proyecto sobreviven, a pesar de la pandemia, y en 2021 acogerá la gala de los Goya, que también presentará el malagueño junto con María Casado.