En la corta distancia, más que su físico interminable, hay algo de Naomi Campbell, que el viernes llegó a los 50, que impresiona y es una voz grave que sabe modular como un doblador de cine igual que sabe cómo sacarle todo el partido del mundo a su físico con una cámara delante.

La modelo y empresaria británica llega a esa barrera de los 50 con un acreditado currículo de escándalos y polémicas. «Sí, reconozco que a veces tengo un pronto difícil», ha llegado a decir en alguna ocasión, pero también convertida en todo un icono, primero de la belleza y el exotismo que explotó en los 80 y después de una lucha tenaz por la visibilidad de la gente negra.

La Campbell se instala en los 50 bajo el signo de la pandemia y no habrá una gran celebración. Seguro que recibe un montón de llamadas del firmamento de la moda. Hace un tiempo, de todas formas, que dio un giro a su vida profesional.