Madonna ya no está a gusto en Lisboa. De hecho, quiere marcharse porque considera que los portugueses han sido unos ingratos con ella. El detonante es que no le han dejado meter un caballo dentro de un palacio para la grabación de su último videoclip. Es solo cuestión de meses que la cantante de Michigan, de 60 años, regrese a Estados Unidos con su familia. Quizá cuando acabe el curso escolar.

La indignación de Madonna, que durante estos dos últimos años ha estado viviendo en dos hoteles de lujo de la capital, estalló hace una semana cuando las autoridades de Sintra no le dieron permiso para meter un caballo en un palacete del siglo XIX llamado Quinta Nova de Assunção, donde pretendía grabar el videoclip de su canción Indian summer. Según el plan de rodaje, la artista posaría en algún plano junto al animal tumbado en el suelo. Pero las autoridades consideraron que había riesgo para la seguridad del edificio, porque el suelo es de madera. Según ha explicado la prensa local, con todo el equipo instalado y la policía vigilando, se le denegó el permiso. Y la diva, claro, estalló.

«Di tanto a este país y cuando pido un simple favor, que además es para enseñar Portugal al mundo, la respuesta que obtengo es negativa. La culpa es tuya. Tú me convenciste para venir a vivir aquí», le recriminó Madonna a su atribulado agente, que intentó infructuosamente que le dieran permiso para meter al caballo, según la prensa lusa.

Así que Madonna dejará Lisboa y el país en los próximos meses y se marchará a Nueva York. Su última dirección ha sido el palacio hotel Ramallete, donde se ha hospedado durante un año. Una de las actividades que más le gustaba precisamente a Madonna y a sus hijos era montar a caballo por las playas interminables cercanas a Lisboa. La cantante juró dejar EEUU Unidos con la llegada de Trump. La prensa ha recordado que el ayuntamiento de Lisboa le puso las cosas fáciles. Le concedió por un precio irrisorio un solar próximo donde aparcar su flota de coches cuando el aparcamiento en el centro histórico es muy limitado. El club de fútbol Benfica acogió a su hijo David Banda, de 13 años, para que practicase el fútbol en las categorías inferiores. El Liceo Francés hizo hueco a la prole de la reina del pop y el gobierno luso le concedió, en un tiempo exprés, la residencia portuguesa.