Lila Grace, la única hija de Kate Moss y Jefferson Hack, causó gran expectación en la boda de Eugenia de York y Jack Brooksbak, el pasado 15 de octubre. Su inesperado paseíllo hacia la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, la convirtió en una nueva estrella mediática

La joven, que guarda un notable parecido con su madre, no pasó desapercibida con un elegante look: un tocado con diadema con flores y velo, un vestido largo de color rosa empolvado con discretas flores bordadas, chaqueta corta de pelo negra, a tono con el bolso de mano, y sandalias negras de plataforma.

La adolescente tiene todos los números para convertirse en el nuevo icono de moda del Reino Unido. De hecho, recién cumplidos los 16 años, el pasado 2 de octubre, todo apuntaba hace tiempo a que no tardaría en dar su salto al mundo de la moda. Y así ha sido. De la mano del diseñador Marc Jacobs, uno de los mejores amigos de su madre, Lila ha firmado su primer contrato para protagonizar la nueva campaña de belleza de la firma. La propia empresa ha sido la encargada de anunciarlo en su cuenta de Instagram, publicando una imagen de Lila con los ojos maquillados con uno de sus lápices de ojos en textura gel de edición limitada.

El diseñador estadounidense ha contado en esta red social cómo conoció a la joven y cómo surgió la oportunidad de trabajar juntos: «Cuando conocí a Lila en el 2008 estaba de vacaciones en Ibiza y fui a Formentera para visitar a Kate Moss. Con 6 años, el fuerte carácter de Lila, su comportamiento y su gran belleza ya eran evidentes».

«La belleza, la compostura, la paciencia y la amabilidad de Lila han hecho este proyecto aún más especial de lo que podría haber imaginado --dice Jacobs-. Con cada look que fotografiamos, entró en cada personaje sin esfuerzo y con gracia. Gracias Lila por ser parte de este proyecto extremadamente especial».

La joven, que apunta maneras para convertirse en digna sucesora de su madre, lleva el mundo de la moda en los genes por partida doble, por su padre, el magnate publicitario Jefferson Hack, fundador de la revista de culto Dazed and Confused, aparece habitualmente en la lista de los hombres mejor vestidos y fue pareja de Moss durante tres años.

Así que no es de extrañar que desde pequeña Lila haya mostrado un gran interés por el universo fashion. Desde hace años, acude al front row de la London Fashion Week, así como a todo tipo de presentaciones y alfombras rojas, eso sí, siempre acompañada de su progenitora. Kate también ha incluido a su hija como una de sus representadas, ahora que hace también de agente.

Con solo 14 años, la misma edad que tenía su madre cuando fue descubierta en un aeropuerto, Lila protagonizó su primera campaña publicitaria para la firma británica The Braid Bar, un espacio ubicado en las galerías Selfridges de Londres, donde se realizan peinados con trenzas. Allí posó como modelo junto a Stella Jones, hija de Mick Jones, guitarrista de la banda de The Clash.

Con el pelo trenzado y un chándal gris, fue el debut de Lila como modelo. Aunque su entrada por la puerta grande de la moda la hizo meses antes, cuando apareció en la portada de Vogue Italia junto a su madre, en un número dedicado a las familias y fotografiadas por Mario Sorrenti.