Sinéad O'Connor se convirtió en ídolo de masas en los 90 por su sentido y lacrimógeno Nothing Compares 2 U y por su osadía de raparse la cabeza sin ser budista, militar ni skin. Pero el cambio de siglo le sentó fatal y en los últimos años la artista dublinesa, de 51 años, ha sido noticia por sus trastornos mentales, intentos de suicidio anunciados en Facebook, sus divorcios express y por abominar de sus propios hijos. Ahora, acaba de comunicar en las redes sociales que ha abrazado el islam y que su nuevo nombre es Shuhada (Shuhada Davitt, para ser exactos). Según la renacida Sinéad O'Connor, se trata de la "conclusión natural de cualquier viaje teológico inteligente".

La transformación de la cantante ha sido de raíz, un viaje interior, pero también un cambio de look radical. Su perfil de Twitter lo encabeza una gran imagen de unos versos del Corán (Surah 2 - Al Baqarah) y en lugar de su foto ha colado el logo de Nike "Wear a hijab / Just do it". Y desde la red del pajarito también ha subido un vídeo cantando el adhan, la llamada a la oración de los musulmanes.

Este mismo jueves, el imán irlandés Shaykh, Umar al-Qadri, publicó un vídeo de la cantante declarando su fe islámica.

Shuhada está encantada con su nueva familia: "Muchas gracias a todos mis hermanos y hermanas musulmanes que han sido tan amables de recibirme".

LA RELIGIÓN, UNA VIEJA OBSESIÓN

No es la primera vez que la cantautora irlandesa de Faith and courage o Theology cambia de nombre y de religión, obsesión máxima de su vida y carrera. El año pasado ya anunció que legalmente se había rebautizado como Magda Davitt. Y ya desde que se dio a conocer, supimos de sus cismas con la Iglesia católica. En 1992, dejó a la audiencia patidifusa al romper en directo la foto del papa Juan Pablo II en el programa la tele estadounidense Saturday Night Live (lo hizo en protesta contra los abusos a niños de la Iglesia). Y a finales de aquella década, un obispo disidente la ordenó sacerdotisa. Después de aquello, ya anunció que prefería ser llamada madre Bernadette Mary. La Iglesia nunca reconoció aquella ceremonia, y ella nunca lo superó.

Una década después, Sinéad O'Connor volvió a cambiar de opinión y, tras actuar en el 2005 en el Madison Square Garden, anunció que trabajaba en un nuevo álbum de influencias reggae, Throw Down Your Arms. Poco después hizo saber a la parroquia de fans que ella había encontrado consuelo en la fe rastafari, la religión "que salvó su vida".