La lacra de los acosadores no parece tener fin. Hollywood, el mundo del espectáculo, la televisión, la política y la industria musical. El legendario director artístico del estudio de animación de Disney John Lasseter (Los Ángeles, 1957), profesional al que se le atribuye la reactivación de Disney, anunció el martes que se tomaría una excedencia de seis meses tras reconocer un comportamiento inapropiado hacia los empleados de la compañía. En una declaración interna, enviada por Disney a la agencia AFP, el director de Toy Story (1995) y Cars (2006) se disculpó ante «cualquiera que haya recibido un abrazo no aprobado o cualquier otro gesto que ha cruzado la línea en cualquier forma que sea». También admitió haber «fallado» a la hora de inculcar una cultura de «confianza y respeto» en sus estudios. El director creativo de Disney Studios y de la Pixar se toma medio año sabático para «pensar en el camino a seguir» y «empezar a cuidarme mejor».

Una portavoz de Disney dijo a la AFP que la compañía está comprometida «en mantener un ambiente de trabajo en el que todos los empleados sean respetados». Y agregó: «Apreciamos la sinceridad de John y su disculpa».

COMPORTAMIENTO INAPROPIADO / La revista especializada The Hollywood Reporter publicó, citando fuentes anónimas, un «supuesto patrón de comportamiento inapropiado». Una de estas fuentes de Pixar dijo al rotativo que Lasseter era conocido por «atrapar, besar, y hacer comentarios en público sobre atributos físicos». La revista especificó que acosó a la actriz Rashida Jones, que colaboró con él en Toy Story 4, lo que provocó que ella abandonara el proyecto, aunque otra fuente habla de «diferencias creativas».

Por otra parte, la actriz Melissa Gilbert, la joven protagonista de La casa de la pradera, acusó a Oliver Stone de haberla «humillado» hace 26 años en el cásting de la película The Doors. Gilbert reveló en la emisora Radio Andy que durante su trayectoria en Hollywood se había encontrado con «hombres abusando de su poder», uno de los cuales la «humilló» en represalia por haberlo avergonzado previamente en público. Aunque admitió tener «miedo» a las «repercursiones», la actriz confirmó que se trata del cineasta Oliver Stone y que la situación se produjo en 1991.

La actriz, de 53 años, admitió no haberse pronunciado sobre el incidente hasta ahora, y lo hacía gracias a la oportunidad que le daba la campaña #Metoo para denunciar los casos de abuso y acoso sexual por parte de hombres poderosos del sector. Según su relato, Stone le había preparado una «escena especial» que quería ver intepretada «físicamente para él en la sala de audición», pero era tan «humillante y horrorosa» que se negó a representarla.

En un comunicado al portal Deadline, el acusado ha negado estos hechos y ha asegurado que durante las pruebas estuvo presente una responsable para garantizar un «entorno seguro» para los actores que se presentaban. La directora de cásting de The Doors, Risa Bramon Garcia, ha corroborado al director.