La familia de Bimba Bosé quería un funeral íntimo, pero el reguero de rostros conocidos que querían dar el último adiós a Eleonora no cesó ayer en el tanatorio de La Paz, en la madrileña localidad de Alcobendas. Todos ellos con el semblante serio quisieron arropar al clan familiar, conmocionados por la muerte de la modelo, cantante y disyóquei el pasado lunes en el hospital Ramón y Cajal de Madrid tras plantarle cara al cáncer que padecía desde hace más de dos años. Su tía Paola Dominguín, que estuvo arropando a su madre, Lucía Dominguín, y a su hermano Olfo en el velatorio (los tres en la foto), tuvo palabras de agradecimiento. Entre lágrimas, explicó a los medios congregados: «Quiero agradecer a todo el mundo que se ha comunicado con nosotros que es un gran apoyo saber que la querían mucho y que era una persona que creo que ha servido de guía a otros para luchar y para enfrentarse a una enfermedad terrible». A tiempo para el sepelio acudió el cantante Miguel Bosé, que se encontraba fuera de España en el momento del fallecimiento de Bimba.