Dos días después de su no-declaración ante el juez alegando que quería conocer el informe de Hacienda, el exvicepresidente del Gobierno y exdirector del FMI Rodrigo Rato disfruta de sus merecidas vacaciones, como cualquier hijo de vecino, en las plácidas aguas de Mallorca. Concretamente, el que tocaba la campana en Bankia, se ha echado a alta mar estos días con su pareja, la periodista Alicia González.

Allí, en Santa Ponsa (Calvià) los han pillado los paparazzi tostándose al sol en una embarcación de recreo. Los dos relajados y conjuntados (un dos piezas ella y bañador clásico, él) en amarillo canario y sombrero panamá.

A Rato, al que la Fiscalía Anticorrupción le imputa cinco delitos fiscales y uno de blanqueo de capitales, se le ve como pez en el agua: tomándose un refresco y tirándose al mar con un estilo difícil de definir. Mientras, su chica disfruta de la lectura 'Hombres sin mujeres', de Haruki Murakami.