'No te rías que es peor' ese es el nombre del programa de televisión, emitido en TVE entre 1990 y 1995, que le valió la fama a un por entonces treintañero Pedro Reyes que con sus intervenciones se ganó el título del "Rey del humor absurdo" y con ello ganarse un hueco en el panorama teatral y cinematográfico.

De actividad incesante en la actualidad, había dejado aparcada un poco su faceta de monologuista para representar en el teatro obra Taxi con los conocidos humoristas 'Felisuco' y Josema Yuste, y se había embarcado en la aventura de dirigir una película, "El último fin de semana", una historia rodada en Valencia, ciudad en la que esta noche le ha sorprendido la muerte a sus 53 años.

Humorista, escritor, actor, director, múltiples facetas que revelaban su propia personalidad, su forma de enfrentarse al mundo que agudizó en los últimos años, con la llegada de la crisis, frente a la cual, consideraba, según él mismo dijo en una entrevista con Efe el pasado mes de octubre, "no puedes perder el tiempo en lamentarte, hay que buscar salidas en cualquier género, siempre con propuestas que gusten".

Reyes nació el 8 de mayo de 1961 en Tánger (Marruecos), si bien creció en tierras andaluzas, concretamente en Huelva, de donde era su madre y en donde inició su carrera, cosechó sus primeros éxitos y conoció al que fue su primer compañero de aventuras en este mundo del arte, Pablo Carbonell, el amigo que esta mañana comunicaba vía Twitter la noticia de su fallecimiento, que, a la espera de que se le practique la autopsia, parece ser que se ha debido a un infarto.

Con él, después de que en 1977 creara en grupo de teatro 'Centuria', marchó a Sevilla donde crearon el grupo Pedro y Pablo, y en 1982 toman rumbo a Madrid, centrándose en el mundo del teatro, hasta que al inicio de la década de los 90 entra en la televisión, concretamente en el programa 'No te rías que es peor', plataforma que le sirvió para ser conocido.

A estos sumo otros programas y series como "La bola de cristal", "Pero esto qué es", "Uno para todas" o "Maquinavaja" en las que comenzó a forjarse uno de los máximos exponente del humor "absurdo y surrealista" en España, el maestro, capaz de arrancar una sonrisa al público con palabras incomprensibles y gestos algunas veces imposibles.

Desde entonces realizó incursiones en cine como en películas de Fernando Trueba ("El año de las luces", Oso de Plata en Berlín), José Luis García Sánchez, Antonio Mercero y el italiano Marco Ferreri, entre otros directores; y participó junto a Carmen Maura en el rodaje de "Ángeles Negros" y "Atraco a las 3 y media"; y nunca abandonó el teatro.

"La faceta teatral siempre me ha atraído, pero tengo magnetismo y me atrae todo, cine, teatro o televisión, pero hay que buscarlo. Lo que más hago es teatro, luego cine de vez en cuando y muy poco ya televisión", reconocía el propio Reyes apenas hace unos meses.

La muerte le ha sorprendido sin avisar, el "Rey del humor absurdo" se ha marchado dejando impronta en aquellos que lo conocieron personalmente, y destacan su calidad humana, y los millones de españoles que, seguro alguna vez que otra, se han reído con sus chistes incomprensibles, con sus monólogos o han disfrutado con sus representaciones teatrales y cinematográficas; se marcha todo un artista en la acepción más amplia de su palabra.