El jugador del equipo de fútbol americano Fighting Irish de la Universidad de Nôtre Dame, Manti Te'o, de 22 años de edad, está siendo el protagonista de todos los informativos de deportes de Estados Unidos. La pasada semana se descubrió que el linebacker del equipo de Indiana fue víctima de un macabro engaño cuyos autores todavía no han sido identificados. Te'o, estrella del equipo, anunció en septiembre del pasado año que su abuela y su novia, Lennay Kakua (a la que había conocido y se relacionaba por internet), habían muerto de cáncer con horas de diferencia, algo que nunca sucedió en el caso de la chica porque el deportista había sido víctima de una broma macabra que duró meses.

Te'o, que en pocas semanas será uno de los jugadores más cotizados en el draft de la NFL (la liga de fútbol profesional estadounidense), se mostró muy afectado al saber la luctuosa noticia pero afirmó que seguiría entrenando y jugando, lo que le convirtió en una especie de héroe nacional. Jugó y ganó un partido contra Michigan State (20-3) tras el supuesto fallecimiento de su novia, a la que le había prometido que, pasara lo que pasara, disputaría ese encuentro. El equipo vio en su gesto una inspiración para llegar a la final del campeonato universitario, que perdió por 42-14 ante Alabama, pero Te'o acabó como segundo mejor jugador de la temporada.

El 26 de diciembre, tanto el jugador como sus padres informaron a la universidad de que habían recibido una llamada de una mujer con la misma voz que Kakua, que les contó que ella no estaba muerta y que en realidad no era quien Te'o creía. Tras la investigación, trascendió que la novia nunca había existido.

La historia de amor digital siempre le pareció real al jugador, que cada vez que quedó con ella para conversar por Skype y encontrarse en Hawái topó con problemas de última hora de la chica y los encuentros no se materializaron. La chica llegó a decirle al jugador que le había ido a ver en secreto a un partido. Nunca lo pudo comprobar.

EN MANOS DE DETECTIVES Los detectives contratados por la universidad han determinado que Kakua, con la que el jugador se relacionaba por teléfono, Facebook, Instagram y Twitter, es la invención de un grupo de personas. Aún no se ha encontrado el motivo de la macabra broma.

"Me apena mucho hablar de esto, pero durante bastante tiempo mantuve una relación con una mujer que conocí por internet. Mantuvimos lo que yo creía que era una auténtica relación ya que hablábamos con frecuencia por Twitter y teléfono, y le cogí mucho cariño. Darme cuenta de que he sido engañado es doloroso y humillante", afirmó el lunes el jugador.