La realeza de todo el mundo se reunió ayer en Luxemburgo para asistir a la boda del último heredero a un trono europeo que quedaba soltero. Guillermo de Nassau y Borbón de Parma, de 30 años, hijo mayor de los Grandes Duques de Luxemburgo contrajo matrimonio religioso con Stéphanie de Lannoy, de 28. Al enlace, que se celebró en la catedral de Nôtre--Dame, asistieron también 270 luxemburgueses a los que los novios cursaron una invitación para acercar el enlace a los ciudadanos.

La novia llegó a la catedral acompañada de su hermano mayor Jehan, con un diseño de Elie Saab en color champán con bordados de oro y un velo de cinco metros sujeto por una tiara de 260 brillantes propiedad de su familia. Según la nota facilitada a la prensa, en la confección del vestido se emplearon 700 horas y otras 3.200 en los bordados.

El novio, de uniforme militar, llegó del brazo de su madre María Teresa, muy elegante con un vestido y abrigo en color coral de Natan y tocado a tono. Durante la ceremonia, que duró dos horas se dedicó una oración a la madre de la novia fallecida el pasado agosto.

ELEGANCIA Los Príncipes de Asturias representaron a la Casa Real española. Letizia lució un vestido de Felipe Varela en crepé de seda en color ciruela bajo un abrigo de guipur con flores adornado con bordado de perlas barrocas a juego con una pamela de Pablo y Mayaya.

También destacaron por su elegancia Carolina de Mónaco con un Chanel marrón ribeteado con pedrería y Máxima Zorraguieta, vestida por la firma Natan, con una blusa ocre y una falda gris de tubo.

Tras el banquete, celebrado en el Palacio Ducal, los recién casados y sus invitados contemplaron un espectáculo de fuegos artificiales.