Telma Ortiz Rocasolano, hermana de la Princesa de Asturias, se casó este viernes en el Monasterio de Leyre de Pamplona con Jaime del Burgo Azpíroz, abogado y empresario conocido por ser el hijo del expresidente del PP de Navarra Jaime Ignacio del Burgo. Ortiz jugó al despiste durante semanas llegando a decir que su boda con su nuevo novio se celebraría el 7 de julio en la comunidad foral. Finalmente, la pareja contrajo matrimonio en medio del más absoluto recato y con la ausencia total de invitados ilustres. Ni Felipe ni Letizia se desplazaron al acto.

A la ceremonia sí asistieron los padres del novio, la hija de Telma, Amanda, y un matrimonio amigo de los contrayentes. Oficiaron el abad del Monasterio de Leyre y un sacerdote tafallés amigo de la familia Del Burgo. En el monasterio de Leyre tiene lugar cada año la ceremonia del premio Príncipe de Viana, que entrega el príncipe Felipe, quien ostenta también este título.

SIN ESPECTACULO La novia, de 38 años, iba de blanco --aunque no con el clásico vestido boda-- y hubo de acompañarse de muletas, al estar todavía convaleciente del accidente sufrido mientras esquiaba en Aspen (Colorado, EEUU). El, de 41 años, llevaba un traje oscuro. El banquete tuvo lugar por la noche en un conocido restaurante de las afueras de Pamplona, y al mismo asistieron los hermanos del novio, que se enteraron de la boda poco antes de la cena, y otros invitados hasta formar un grupo de unas veinte personas.

Las circunstancias del enlace han sido una sorpresa en Navarra, donde ya se había especulado con la presencia de los Príncipes de Asturias y otras personalidades en un acto de fuerte impacto mediático. Hasta se había dado como escenario más que probable de la boda el Cerco de Artajona, un conjunto amurallado medieval del siglo XI.

En los últimos tiempos, la pareja había tratado de esquivar a los medios de comunicación. Telma Ortiz --que a principios de este mes dejó su empleo en el Ayuntamiento de Barcelona--, fue protagonista de un incidente con un periodista gráfico que pretendía fotografiarla. Al parecer, a la madre del novio no le gustaba nada ser el foco de atención, y la aparición de noticias sobre la pareja en las revistas del papel satinado le provocaban no poca desazón. Al final, parece que su afán de quitar ruido al enlace surtió efecto.

El deseo de Telma Ortiz de evitar el acoso mediático, sin embargo, viene de lejos. Los tribunales rechazaron en el 2008 su demanda contra medio centenar de medios de comunicación en la que solicitaba, como medida cautelar, la prohibición de captar, publicar y distribuir imágenes suyas y de su entonces pareja Enrique Martín, excepto las de actos públicos e institucionales.

Una guerra aún abierta a la vista del artículo de Jaime del Burgo publicado ayer en el diario El Mundo quejándose del acoso de los "paparazis zarrapastrosos", de que "la crónica social en España funcione como una mafia", con sus correspondientes sobornos, y de que "internet sea un vomitorio público". Del Burgo aclara que la pareja no vivirá en España --"ojalá hayamos puesto un punto final haciendo suya mi residencia en el extranjero", comenta-- pero que seguirán ejerciendo medidas legales en defensa de su intimidad.