"Te voy a contar algo, pero tiene que ser off the record hasta que me muera, ¿ok?" Con este particular pacto entre caballeros, Elizabeth Taylor le contó hace 14 años a un periodista uno de los secretos mejor guardados de su gran amigo James Dean. Apenas 24 horas después de su fallecimiento, Kevin Sessums reveló en las páginas de The Daily Beast lo que la actriz británica le confesó aquel día, que el protagonista de Al este el edén y Rebelde sin causa había sido víctima de abusos sexuales por parte de un sacerdote durante su niñez.

"Cuando Jimmy tenía 11 años y su madre falleció el párroco empezó a abusar de él", le contó la actriz al periodista durante una entrevista que este le hizo en su casa de Bel Air en 1997. "Creo que eso le persiguió el resto de su vida", lamentó Taylor, quien reveló que durante el rodaje de Gigante hablaron mucho sobre aquellos abusos. "Nos pasábamos las noches en vela, hablando y hablando sin parar, y esa fue una de las cosas que me confesó", reveló la actriz.

MONTGOMERY CLIFT Después de aquellos instantes de la conversación con la grabadora apagada, Taylor siguió hablando de su magnífica relación con Tennessee Williams, uno de sus grandes amigos al que "adoraba" aunque criticaba por su falta de visión para los negocios. También se refirió a su compañero de reparto Montgomery Clift, otra de las personas atormentadas que confiaron siempre en la actriz de ojos violeta, de quien aseguraba que supo que era homosexual desde que grabaron juntos Un lugar en el sol.

Liz Taylor recibió sepultura el viernes en el cementerio Forest Lawn de Glendale, en Los Angeles, en un ataúd de caoba valorado en 11.000 dólares (7.800 euros), tras un funeral privado al que asistió la familia y un grupo reducido de amigos, según detalló la página web TMZ. La leyenda de Hollywood se convirtió al judaísmo en 1950 y, fiel a esa religión, fue enterrada en las 24 horas siguientes a su muerte.