¿Puede haber alguien tanto o más feliz que Susan Boyle por su fulgurante éxito? Sí. Y entre los que más aplauden las canciones de la diva salida de Britain´s got talent (el Operación triunfo británico) están los stones Mick Jagger y Keith Richards. No es para menos, ya que sus satánicas majestades se han embolsado más de medio millón de euros en concepto de derechos de autor gracias a la angelical interpretación de la escocesa de su balada Wild horses, incluida en el disco de debut I dreamed a dream, lanzado en noviembre. Los expertos calculan que el beneficio para los rockeros acabará siendo de más de un millón de euros. Dos tercios salen de las ventas del disco, de las descargas digitales y de la difusión en radio, internet y otros medios; el resto proviene de cada actuación de esta cantante novata de 48 años.

EL MAYOR EXITO DESDE LOS 60 La versión de Wild horses, escrita en 1971, logró 90.000 descargas y entró en las listas de sencillos en el noveno lugar, dando a los Rolling Stones su mayor éxito desde los 60. En pleno huracán Boyle, la canción original fue descargada 10.000 veces.

El dinero que están ganando Mick Jagger y Keith Richards permite calibrar la dimensión que ha cobrado I dreamed a dream: se ha erigido en el debut más vendido en EEUU y el Reino Unido semanas después de convertirse en el álbum con más preventas en el portal de cultura Amazon. Cifras que, tras pasar por la caja de los stones, asegurarán a la cenicienta de Blackburn ganancias de entre cinco y ocho millones de euros.