El mundo de la cultura despidió ayer en la población de Bougival (cerca de París) a Guillaume Depardieu, hijo del protagonista de Cyrano de Bergerac, que falleció el pasado lunes a los 37 años víctima de una fulminante neumonía provocada por un virus. La cantante Carla Bruni, esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiso acompañar a la familia Depardieu, junto con los actores Monica Bellucci, Vincent Cassel y Vicent Perez, y el director de cine Luc Besson.

El momento más emotivo de la ceremonia se dio cuando Elizabeth Guignotun, la madre de Guillaume, actor muy respetado en el mundo fílmico a pesar de sus excesos con la violencia, las drogas y el alcohol, dedicó unas palabras en memoria de su hijo. Ninguno de los asistentes esperaba que el padre del fallecido, el actor Gérard Depardieu, hiciera lo mismo. Ambos mantenían una tormentosa relación debido al peligroso estilo de vida que llevaba Guillaume. Sin embargo, el veterano actor --que no pudo ser fotografiado al entrar a la iglesia sino a través de unas pantallas ubicadas en el exterior-- quiso también dedicarle un pequeño discurso a su vástago a modo de reconciliación. Antes de que tomara el micrófono, el violinista Laurent Korcia tocó una pieza compuesta por Guillaume, cuya faceta de músico estaba a punto de salir a luz. El joven actor, que solo tenía 37 años, había planeado publicar su primer disco el año que viene.

Después de la ceremonia, Carla Bruni se mostró muy cariñosa tanto con la madre de Guillaume, Elisabeth Depardieu, como con la hermana, Julie, que se ha convertido en una de las actrices más populares de Francia y que mantenía una estrecha relación con su hermano.