"Tenemos una larga lista de espera. Hemos recibido muchas llamadas desde que Michelle Obama salió con nuestro vestido en el programa The View. Si hace el pedido ahora, lo recibirá en agosto". La mujer que atiende el teléfono del servicio al cliente en White House/Black Market explica que cada vez que una famosa luce alguna de sus prendas en blanco y negro (los colores distintivos de esta marca de ropa femenina) ocurre lo mismo: cientos de llamadas y compras en sus tiendas y en su página web, donde el vestido de Michelle aparece a golpe de click junto a la leyenda: "Camino al estilo de la Casa Blanca".

La esposa de Obama, que podría convertirse en la primera dama de EEUU --la primera afroamericana--, lo explicó el miércoles en The View, junto a Barbara Walters y a Whoopi Goldberg. "Es de esa casa que hace todo en blanco y negro-", soltó Michelle sobre la prenda de 148 dólares (95 euros) que cubría parte de su espléndida figura (mide 1,80 metros). ¿Resultado? "Las clientas han arrasado con él y se ha agotado en algunas tiendas", explica Jessica Wells, portavoz de la compañía.

La aparición de Michelle en The View forma parte de la estrategia de campaña de su marido para templar su complicada imagen pública, con los conservadores acusándola de poco patriota y de tener rabia contenida por su condición de afroamericana. Michelle dijo que la gente no está acostumbrada a las mujeres fuertes y que admira la "calma" de Laura Bush.

Criada en el sur de Chicago en el seno de una familia humilde, explicó que fue uno de los 94 estudiantes negros de los 1.100 que se licenciaron en Princeton en 1981 (donde la madre de una chica blanca se quejó porque su hija compartía cuarto con la negra Michelle) y dejó la vicepresidencia de asuntos comunitarios del Centro Médico de la Universidad de Chicago cuando Barack Obama inició el camino de la carrera hacia la Casa Blanca.