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Esta preciosa taberna del centro de Córdoba es un icono por sus tapas, especialmente las gambas rebozadas: "Un espectáculo"

Forma parte de la selección "Soletes con solera 2024" de la Guía Repsol

Taberna el abuelo   Soletes con solera 2024

Taberna el abuelo Soletes con solera 2024 / Guia Repsol

D.C.

Como buena capital española el centro de Córdoba es un auténtico paraíso para los amantes del tapeo. En cada calleja hay una barra donde el vino se sirve con historia y las frituras saben a paciencia. Pero si algo hace especial a la ciudad es que su cocina se mantiene viva gracias a quienes la cuentan con pasión. Entre ellos está Juan Gastro: conocido en redes por mostrar los rincones más auténticos y las tabernas con más alma de la ciudad.

En uno de sus vídeos más vistos Juan se adentra en la Taberna El Abuelo, un local “escondido en una calleja de Cruz Conde” que, según sus propias palabras “respira esencia cordobesa al 100%”.

Allí una de las grandes señas de identidad es la fritura de pescado:Sus gambas rebozadas ligeramente abueladas son un auténtico espectáculo” y también destaca el bacalao frito, “crujiente por fuera y carnoso por dentro” y el solomillo en salsa, aunque reconoce que “quizá demasiado especiado para nuestro gusto”. Con todo asegura que el sitio “no defrauda” y que su precio es imbatible.

Las reseñas de los clientes reflejan la misma unanimidad: “Buen servicio y calidad-precio muy buena”. Otro subraya el encanto de su ubicación: “Taberna agradable, limpia y sin excesivo ruido”. Hay quien se fija en los detalles más sencillos: “Nos atendieron muy bien, llegamos casi al cierre de cocina y nos sirvieron de lo mejor”.

Entre las tapas más mencionadas destacan el flamenquín, el salmorejo, las berenjenas fritas y los boquerones empanados, pero son las gambas las que se llevan casi siempre el protagonismo: “De escándalo, todo en general”, dice un visitante habitual, mientras otro insiste en que “es un bar de toda la vida atendido por buenos profesionales”.

La historia del local también pesa y muchos recuerdan que antes fue la antigua Sociedad de Plateros, y aunque ya no sirven los vinos de aquella bodega, el espíritu sigue intacto: una cocina sencilla, honesta y profundamente cordobesa.

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