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El economista Gonzalo Bernardos avisa: "Hay una profesión que cobrará entre 5.000 y 6.000 euros al mes por falta de mano de obra"

Ha aprovechado sus apariciones públicas para lanzar advertencias sobre el consumo irresponsable

Alerta de Gonzalo Bernardos sobre las pensiones a pesar del MEI

Alerta de Gonzalo Bernardos sobre las pensiones a pesar del MEI

La economía española lleva años consolidándose como una de las más estables del entorno europeo. Su capacidad de resistencia ante crisis sucesivas y su papel como motor del estado del bienestar la han convertido en un referente internacional. Pero bajo esa apariencia de equilibrio, los expertos avisan de un temblor inminente: la transformación del mercado laboral provocada por la Inteligencia Artificial.

Aunque la tecnología promete más eficiencia y productividad, también genera inquietud. Miles de personas se preguntan qué pasará con su empleo y si su profesión seguirá existiendo dentro de diez años. En medio de ese ruido algunas voces ofrecen una lectura más serena de lo que viene.

Una de ellas es la de Gonzalo Bernardos, economista y profesor de la Universidad de Barcelona, habitual en programas como Más Vale Tarde o La Sexta Xplica, conocido por su forma directa de traducir la economía al lenguaje de la calle.

Una advertencia sobre el futuro del trabajo

Bernardos ha señalado en una reciente entrevista que la construcción será uno de los sectores con mejores perspectivas en los próximos años, precisamente por la falta de profesionales cualificados. Mientras muchas personas se alejan de los oficios tradicionales, el país sigue necesitando nuevas viviendas y reformas, y ese desajuste puede disparar los salarios.

El economista fue claro al respecto: “Pronto verás cobrar al yesero entre 5.000 y 6.000 euros por falta de mano de obra en construcción”. Explocaba que la escasez de especialistas en determinados trabajos hará que los sueldos crezcan de forma notable, en especial en aquellos oficios que no requieren estudios universitarios pero sí destreza y experiencia.

Un problema de generaciones

Para Bernardos, el desequilibrio no solo es económico, sino también generacional. En sus intervenciones en televisión ha insistido en que los jóvenes de hoy viven una paradoja: se forman más que nunca, pero reciben menos oportunidades y salarios más bajos: “Nuestros hijos se quejan tanto porque parten de un nivel de bienestar superior y consideran que ellos han cumplido con la sociedad, pero la sociedad no ha cumplido con ellos”.

Esa frustración, dice, se combina con un cambio de mentalidad respecto al trabajo físico. Cada vez menos jóvenes quieren dedicarse a oficios manuales, lo que agrava el vacío de mano de obra y crea un terreno propicio para que ciertos sectores (como el de la construcción) experimenten una revalorización histórica.

Bernardos suele hablar sin rodeos. En una de sus intervenciones más comentadas, ironizó sobre las aspiraciones laborales y la edad de jubilación: “Gente que tiene 55, 56 o 57 años te dice que está harta de trabajar y quiere jubilarse y yo les digo que quiero medir 1,90, ser rubio, tener ojos azules y volver a tener 20 años. No es posible”.

Más allá de la anécdota, su mensaje apunta a una idea más profunda: la sostenibilidad del sistema de pensiones dependerá de un aumento real de la productividad, algo que ni siquiera la Inteligencia Artificial garantiza a corto plazo.

El profesor también ha aprovechado sus apariciones públicas para lanzar advertencias sobre el consumo irresponsable. En Más Vale Tarde, alertó sobre la costumbre de financiar las vacaciones con préstamos: “Yo les recomendaría que se quede sin vacaciones. Un préstamo se toma para un aspecto esencial, porque tienes un agujero que no puede sufragar de otra manera”.

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