Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

José Carlos Ruíz, filósofo: «Sería revolucionario que la sociedad confiara en sus maestros»

A las puertas de una nueva edición del Foro Faro Educa, la cita que reúne a expertos y referentes del ámbito educativo, la voz del filósofo y ensayista José Carlos Ruíz se convierte en una invitación a detenerse y pensar. Bajo el título «Educar con filosofía: la importancia de cultivar el criterio», el doctor y ensayista presentará una ponencia en la que reivindica la necesidad de formar ciudadanos capaces de orientarse en un mundo marcado por la dispersión, la prisa y la volatilidad de los mensajes

José Carlos Ruíz.  Cedida Faro de Vigo

José Carlos Ruíz. Cedida Faro de Vigo

A. Chao

La importancia de recuperar el pensamiento crítico, la imaginación ética y el cultivo de la serenidad como pilares de una educación que aspire no solo a transmitir conocimientos, sino a forjar personalidades sólidas, libres y conscientes en tiempos de incertidumbre. Sobre esto y más conversa José Carlos Ruíz con FARO antes del Foro Faro Educa.

La aplicación filosofía en un sentido transversal todavía puede encontrar obstáculos por parte de algunos. ¿Cómo se destierra prejuicios?

Se trata de naturalizar los modelos de trabajo que a lo largo del tiempo ha usado la filosofía. Es cierto que la palabra filosofía sigue causando reticencias a la mayoría de la gente porque se conceptualiza desde una sola perspectiva, la académica. Para evitar esta reducción de miras es preciso poner en valor, no tanto los contenidos filosóficos sino las metodologías que han posibilitado una mejor comprensión del factor humano más allá de las limitaciones de la ciencia. La pedagogía de la pregunta, el escepticismo, el método dialógico, el análisis empírico, método dialéctico, el hermenéutico, la deconstrucción… todos ellos se pueden utilizar en cualquier momento de la vida para afrontar un problema, analizar un modelo de vida, o sencillamente estrechar una relación.

Supone un reto mayor en un contexto de hiperestimulación e inmediatez. ¿De qué manera afecta esto a la construcción del criterio en niños y jóvenes?

La construcción del criterio en un niño es una cuestión plural que precisa de tiempo, ejemplaridad, y conocimientos. Si la construcción de la identidad se fundamenta en una constante estimulación emocional que pretende resultados inmediatos lo que hacemos es suplir la educación por el entretenimiento. El criterio necesita dos cosas: tener algo que cribar, es decir, tener conocimientos, y, a la vez, tener los instrumentos que nos ayuden a cribar esos conocimientos. Ya sé que esto que voy a decir es una perogrullada, pero igual es necesario repetirlo: mientras más contenidos posea el niño, mejor criterio podrá tener, más elementos para juzgar.

Tal l vez deberíamos comenzar por definir qué entendemos por criterio y serenidad

El criterio es el fundamento principal para erigir una vida buena puesto que es el instrumento que nos permite elegir cuando es necesario, y aceptar lo que es ineluctable. En una sociedad de la abundancia, donde la elección ha multiplicado su opcionalidad por mil (elegir unos estudios, una dieta, un deporte, un coche, un colegio, una película,…) el buen criterio se antoja más necesario que nunca. Y la serenidad nos otorga un plus de seguridad a la hora de aplicar el criterio.

¿Qué habilidades concretas deberían fomentarse desde la escuela para que el alumnado aprenda a pensar por sí mismo?

No creo que el fundamento educativo de una escuela sea que el alumno aprenda a pensar por sí mismo sino más bien que aprenda que todo pensamiento es deudor de algo. Puedo entender el pensamiento para uno mismo, pero no existe pensar por sí mismo puesto que todo pensamiento es colectivo. El colegio debería ser el lugar donde los pensamientos converjan y diverjan con total naturalidad y respeto. Es el espacio por antonomasia de la pluralidad y la mejor habilidad que se puede trabajar para ello es el amor por el conocimiento.

La búsqueda de un estereotipo idílico de la felicidad, ¿está pasando factura a la construcción de personalidades sólidas?

Toda búsqueda de la felicidad implica un fracaso de inicio, porque se da por hecho que existe como objeto y que, además, es alcanzable. Pero a la largo de la historia de la filosofía la felicidad siempre ha sido el resultado, nunca el objetivo. Para muchos pensadores, llevar una vida virtuosa implicaba ser feliz. Pero desde el momento en que la felicidad se convierte en un objeto más de consumo, objetivable y deseable, nos lanzamos a su caza sin detenernos si quiera a elaborar nuestra propia concepción. Para retomar ese equilibrio se precisa contextualizar cada elemento que configura nuestra idea de felicidad y tener siempre presente nuestras circunstancias reales, aquellas que se imponen en nuestra vida independientemente de nosotros.

Está el sistema educativo orientado a forjar personalidades críticas?

Debería ser así, es decir, por suerte tenemos a muchos profesionales en el sector de la educación primaria y secundaria que, a pesar de las fantasías pedagógicas y retóricas de salón que se imponen entre los gerifaltes políticos, cuando cierran la puerta de su aula, ejercen una soberanía educativa ejemplar a la hora de estimular a sus alumnos para que se «atrevan a pensar». Solo espero que tarde o temprano, los responsables de estos diseños educativos neofílicos, liberen a estos maestros de un sistema temeroso y excesivo que les obliga a burocratizar su trabajo con tanta severidad que está esquilmándoles la energía y la ilusión por el magisterio.

¿Cuáles serían las primeras medidas o cambios a introducir?

Me parecería revolucionario que esta sociedad confiara en sus maestras y maestros.

¿Qué riesgos corremos como sociedad si perdemos este criterio?

Perderlo implicaría que antes lo teníamos y eso sería catastrófico porque conllevaría una conciencia de fracaso enorme. Pero, en el caso de no tener criterio, es obvio que viviríamos de prestado con el criterio de otro, asumiéndolo como propio. En muchos casos esto se llama ideología, y cuando uno la asume, abdica de su parte más humana: su criterio.

Nos toca hablar de tecnología en general y pantallas en particular, con sus pros y sus contras. Entre los últimos, cuestiones ya investigadas como el empobrecimiento del lenguaje y, por lo tanto, de la conversación, ¿en qué medida está afectando todo esto? ¿Y en la falta de capacidad de atención?

Poco puedo aportar a lo que ya se ha dicho sobre el tema de las pantallas o sobre la atención. Una pantalla bien usada es un recurso educativo de primer orden, mal utilizada se convierte en el mejor aliado para la ignorancia. Creo que está en las manos del docente sacar el máximo provecho a lo que supone tener el mundo al alcance de un clic a través de internet y ellos son la clave para su buen uso. Al respecto de la riqueza léxica habría mucho que analizar, empezando por la variedad del vocabulario que escuchan los niños en casa, condicionado por su clase social, continuando por el uso del idioma que el docente hace en el aula y siguiendo por el nivel retórico que nuestros representantes muestran en público.

Y entonces llega la IA y esa sensación de que ya hay quien lo haga todo por nosotros

El problema de la IA es qué cosas son esas que hace por nosotros, es decir, qué funciones estamos delegando en la IA en lo referente a aspectos educativos. Bien usada es excepcional para ahorrar tiempo en cuestiones burocráticas, el problema puede aparecer cuando los alumnos que están en su fase de formación y tienen que enfrentarse a construir un discurso, argumentar, solventar un problema… para poder así desarrollar sus competencias, derivan estas tareas en la IA. Mal educamos si dejamos que los procesos mentales que esas tareas educativas implican no se trabajen. Personalmente me resulta increíble que aquello que más fascina a ser humano, que es su faceta creadora, aquello que despierta la emoción y la vocación a la hora de crear, empiece a delegarse en la IA.

De hecho, me he permitido un pequeño ‘experimento’ y en este cuestionario hay una pregunta sugerida por IA

A eso me refería en la respuesta anterior

También en unas declaraciones previas dice que «el futuro beneficiará a quienes sepan hacer buenas preguntas», ¿podría añadir una buena pregunta y su respuesta sobre su paso por el Foro Faro Educa que no haya hecho todavía?

La pregunta que todo lo resume siempre ha sido la misma ¿Cómo llevar una vida buena? Todavía estoy buscando la respuesta.

Tracking Pixel Contents