Dos dermatólogas publican una receta de salmorejo 'antiedad': "Añadiendo una zanahoria"

Junto con es una de las sopas frías más típicas del verano español. Su receta clásica es bien conocida: tomates maduros, pan del día anterior, ajo, aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal. Todo bien batido hasta conseguir esa textura densa y sedosa que lo convierte en un plato ideal para combatir el calor. A veces se adorna con huevo duro picado y jamón serrano, aunque con los años han surgido múltiples versiones: sin pan, con aguacate, con frutas, o incluso con remolacha.

Pero más allá del sabor y el alivio que ofrece en los días más calurosos, el salmorejo también es un plato muy nutritivo. Aporta vitaminas, minerales, fibra y grasas saludables gracias a su base vegetal. Sin embargo y como si esto fuera poco, ahora también se habla de sus propiedades cosméticas.

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Y es que dos doctoras expertas en medicina estética, Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, de la Clínica Mira+Cueto, han compartido una versión “mejorada” del tradicional salmorejo. Según explican esta variante está pensada para cuidar y proteger la piel frente a los efectos del sol, favoreciendo además un bronceado más bonito y duradero.

Betacarotenos, antioxidantes y un pequeño truco

El secreto está en los betacarotenos. Son pigmentos vegetales que se encuentran en frutas y verduras de colores intensos (amarillo, naranja, rojo, verde¡) como la zanahoria, el tomate o el pimiento rojo. En el organismo estos compuestos se transforman en vitamina A, esencial para la salud de la piel, la vista y el sistema inmunológico. Además también estimulan la síntesis de melanina, lo que acelera y potencia el bronceado.

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En palabras de las especialistas, “los betacarotenos actúan como antioxidantes naturales, neutralizando los radicales libres que oxidan nuestras células y aceleran el envejecimiento”. Por eso, incluirlos en la dieta diaria tiene unos beneficios claramente visibles sobre la piel.

Además este salmorejo reformulado incluye tirosina, un aminoácido que también participa en la producción de melanina y que, según explican desde la clínica, “es fundamental para mantener el pigmento de la piel”.

La receta con propiedades antiedad: más allá del sabor

A diferencia del salmorejo tradicional, esta receta no lleva pan. En cambio se le añade un ingrediente que cambia las reglas del juego: la zanahoria. Tres zanahorias crudas peladas, para ser exactos. También incorpora pimiento rojo, otro alimento con alto contenido en antioxidantes.

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Para prepararlo primero hay que lavar y trocear los tomates y el pimiento, pelar las zanahorias y añadirlo todo en el vaso de la batidora junto al diente de ajo sin semilla, el agua, el aceite, el vinagre y la sal. Se bate todo hasta conseguir una textura uniforme. Si se desea ajustar la consistencia, puede añadirse una zanahoria más o medio vaso de agua adicional.

Como toque final las doctoras sugieren servirlo con huevo duro picado y unos dados de pepino. Esto no solo mejora su valor nutricional, sino que lo convierte en una opción aún más refrescante e hidratante.

Hidratación, antioxidantes y un plus de protección solar

Este salmorejo no es solo una receta más. Según sus creadoras, es una pequeña fórmula de cuidado desde el interior. Al ser rico en betacarotenos, antioxidantes y tirosina, protege la piel del daño causado por la exposición solar y ayuda a que el bronceado se mantenga más tiempo.

También favorece la hidratación celular gracias a su contenido en agua y a la naturaleza acuosa de ingredientes como el pepino o el tomate. Tal como explican desde la Clínica Mira+Cueto, el agua “mantiene el metabolismo celular y favorece la circulación y el drenaje, evitando así la retención de líquidos”.

Y por si fuera poco, esta receta es apta para personas celíacas, ya que no contiene pan. Por lo tanto, es una opción saludable, ligera y segura para todo tipo de dietas.