Parada obligatoria en la A4: el restaurante carretera en Córdoba que tiene hasta un 'solete' de la Guía Repsol

Una de las mejores opciones para los viajeros que transitan esta carretera a la altura de Córdoba

Sol Zapatilla - Córdoba

Sol Zapatilla - Córdoba / Guia Repsol

Cualquier buen viaje por carretera tiene un ingrediente imprescindible, casi tan vital como llegar al destino: las paradas para comer. Los verdaderos expertos en disfrutar la vida lo saben bien, porque una escapada no empieza al llegar, sino desde que uno cierra la puerta de su casa y arranca el motor. Y si en ese trayecto hay un festín gastronómico, entonces sí, la experiencia se convierte en algo redondo.

En eso España juega con ventaja: su red de carreteras no solo conecta pueblos y ciudades, también es un mapa secreto de joyas culinarias. Puede que en un rincón perdido de la Península no haya cobertura o un cajero a mano, pero seguro, seguro que sí hay una buena mesa donde sentarse a comer.

Por suerte no hace ninguna falta desviarse mucho para encontrar un sitio que combine tradición, sabor y trato familiar. Un buen ejemplo lo encontramos en la provincia de Córdoba, justo al borde de la A-4, donde el restaurante Sol Zapatilla se ha ganado a pulso ser una de esas paradas imprescindibles para los viajeros. Está en Montoro: un bonito pueblo cordobés con vistas al Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro, y cuenta con un distintivo que lo avala: el Solete de la Guía Repsol concedido en 2022, una especie de guiño gastronómico para locales acogedores y con encanto, sin pretensiones pero con mucho que ofrecer.

La fama de Sol Zapatilla no nace solo de ese reconocimiento. Solo hace falta lanzar un vistazo a los comentarios que sus clientes han dejado en Google para entender por qué acumula una nota media de 4,6 sobre 5, con más de 900 opiniones. No solo se destaca la calidad que tienen sus platos, sino que también se menciona constantemente el origen de sus ingredientes, que en su mayoría vienen de su propio huerto: “Cada plato sabe a lo de antes, con ingredientes auténticos”, comentaba hace unos días un usuario que calificó su experiencia como un “verdadero regalo”.

Uno de los aspectos que más se repite en las opiniones es la cercanía del servicio: “Nos esperaron (eran las 16h) para podernos atender”, señala otro comensal, que define la relación calidad-precio como “de 10”. Otro visitante lo resume así: “Un lugar donde la humildad no está reñida con el saber hacer de quienes lo regentan”.

Entre las opcines del menú que se mencionan están las verduras de temporada, los guisos tradicionales, las carnes a la brasa, el salmorejo, los platos de caza y elaboraciones recuperadas del recetario de toda la vida. Todo esto servido en un salón acogedor, con grandes ventanales que permiten disfrutar de unas vistas espectaculares de Montoro: “Hasta el pan está bueno”, escribe otro cliente que recomienda probar desde el ajoporro hasta el rabo de toro. Para muchos, el tartar de tomate o las alcachofas (que “volaron” antes de poder hacerles una foto, como confiesa un usuario) son los grandes protagonistas de la carta.

Además, quienes lo descubren por casualidad se llevan una grata sorpresa: “Lo encontramos de casualidad y fue una elección muy acertada”. Algunos incluso lo colocan a la altura de grandes restaurantes: “3 estrellas Michelin de la comida tradicional”, se atrevía a decir una clienta, sugiriendo que lo mejor es dejarse aconsejar por Manuel, uno de los miembros del equipo.

Tracking Pixel Contents