Marian Rojas, psicóloga: "El optimismo no te asegura el éxito, pero te acerca a las oportunidades"

A pesar de ser una figura tan seguida como cuestionada, Marian Rojas Estapé se ha convertido en una de las voces más influyentes del panorama actual de la psicología mediática en España. Hija del psiquiatra Enrique Rojas, con vínculos conocidos al Opus Dei y con un enfoque marcadamente biologicista en muchas de sus intervenciones, Rojas no deja indiferente a nadie. Sus detractores critican la falta de base científica en algunas de sus afirmaciones y la tendencia a reducir problemas complejos a explicaciones individuales o espirituales. Sin embargo es innegable que su discurso conecta.

No solo sus libros ('Encuentra a tu persona vitamina' o 'Cómo hacer que te pasen cosas buenas') acumulan ventas millonarias, sino que las redes sociales se han convertido en el terreno donde su mensaje más cala. Reels de TikTok, cortes en Instagram y vídeos virales en YouTube con sus frases motivacionales inundan los algoritmos. Uno de los últimos en alcanzar una notable difusión aborda el papel del optimismo en nuestras vidas y cómo, lejos de ser una visión ingenua del mundo, puede convertirse en una herramienta de transformación personal.

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En este vídeo Rojas afirma que “el optimismo es una forma de conectar con la realidad” para ir desgranando lo largo de su intervención la idea de que esta actitud mental positiva no es un rasgo de nacimiento, sino algo que se puede aprender, entrenar y desarrollar.

“El optimismo se puede educar y se puede potenciar”: una idea que se sostiene sobre el concepto de neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para modificarse a lo largo del tiempo. Citando a Ramón y Cajal, señala: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”. La clave, dice, está precisamente en ese “si se lo propone”.

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El eje central de su reflexión es la actitud: cómo nos hablamos a nosotros mismos antes de enfrentar retos cotidianos: “Como yo me hablo antes de realizar ese reto, esa entrevista de trabajo, esa reunión, esa cita con alguien”. También señala que cuando uno se habla desde el pesimismo, es difícil que las cosas salgan bien: “El pesimismo es una voz interior machacante que te impide ver las oportunidades que tienes en tu entorno”.

A diferencia del pensamiento mágico, Rojas no promete que el optimismo garantice resultados: “El optimismo no te asegura el éxito, pero te acerca a ver esas oportunidades en la vida”. En un mundo marcado por la incertidumbre, la ansiedad y la velocidad, esta propuesta resuena con muchas personas que buscan herramientas para orientarse emocionalmente.

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Parte del éxito de su mensaje está en la sencillez con la que conecta temas complejos como la salud mental, la infancia o la autoexigencia. Según explica, la voz interior negativa muchas veces proviene de experiencias tempranas: “Son las palabras de tu padre que ahora te las dices tú a ti mismo porque te las decía a ti de pequeño”.

No faltan en su discurso alusiones al cuerpo, al que considera un receptor constante de nuestros pensamientos: “Tu cuerpo está constantemente escuchando cómo te tratas. El cuerpo no miente, la mente exagera, la mente es dramática”. Según Rojas, muchas dolencias físicas se derivan de estos patrones internos de pensamiento y alerta sobre cómo las emociones negativas (culpa, victimismo, rencor) “se pegan en nuestra mente y nos impiden conectar con lo bueno”.

También deja espacio para la compasión. Frente a quienes se castigan por decisiones del pasado, propone una narrativa distinta: “Hice lo mejor que pude con las circunstancias que tenía”. Y no duda en aconsejar acudir a profesionales si la voz interior negativa se vuelve demasiado poderosa: “Incluso tienes que plantearte pedir ayuda”.