Estas son las tres enfermedades que el jengibre ayuda a combatir

El jengibre, una raíz con una rica trayectoria y múltiples aplicaciones, ha sido valorado durante siglos tanto por sus usos medicinales como culinarios. Desde tiempos remotos, esta planta ha ocupado un lugar importante en las prácticas curativas tradicionales de diferentes culturas gracias a sus beneficios para la salud. Su sabor único y propiedades terapéuticas lo convierten en un recurso esencial para prevenir y tratar diversas dolencias.

Proveniente de Asia, el jengibre (Zingiber officinale) se ha empleado durante milenios en sistemas médicos como el ayurveda, la medicina china y las prácticas griegas y romanas. Es conocido por sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes, digestivos y antibacterianos. Además, su característico sabor lo ha hecho imprescindible en la gastronomía de muchas regiones, desde platos especiados hasta infusiones calmantes.

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Esta raíz contiene compuestos bioactivos como el gingerol, shogaol y la zingerona, responsables de sus notables propiedades curativas. Consumido fresco, seco, en polvo, en té o en forma de aceites esenciales, el jengibre proporciona numerosos beneficios para la salud.

Entre sus ventajas más sobresalientes está su capacidad para mitigar náuseas y mejorar la digestión. Diversas investigaciones han confirmado su efectividad en la reducción de náuseas causadas por el embarazo, la quimioterapia y procedimientos quirúrgicos. Asimismo, su acción antiinflamatoria resulta útil para aliviar dolores musculares y articulares.

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El jengibre también contribuye a la salud cardiovascular al mejorar la circulación sanguínea y reducir los niveles de colesterol. Por otra parte, refuerza el sistema inmunológico, lo que lo convierte en un aliado contra resfriados y gripes.

Según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de Barcelona, la parte medicinal del jengibre reside en su rizoma, es decir, el tallo subterráneo de Zingiber officinale Roscoe, procesado y con la corteza retirada. Los compuestos gingeroles y shogaoles, en especial el 6-gingerol y el 6-shogaol, son los principales responsables de sus propiedades curativas.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) reconoce el uso del jengibre para prevenir náuseas y vómitos, como el mareo por movimiento. Además, se avala su uso tradicional para tratar trastornos digestivos menores como distensión abdominal y flatulencias. Por su parte, la Sociedad Europea de Fitoterapia (ESCOP) lo recomienda para la profilaxis de vómitos en el embarazo, bajo supervisión médica, y como antiemético tras cirugías menores.

A diferencia de otros productos, el consumo de jengibre con fines medicinales no provoca somnolencia, lo que lo convierte en una opción favorable, según Josep Allué, vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.

Beneficios destacados:

1. Salud cardiovascular: Sus antioxidantes contribuyen a mejorar la circulación y reducir el colesterol, ayudando a prevenir enfermedades cardíacas.
2. Digestión: Facilita la actividad enzimática y disminuye la inflamación intestinal, siendo eficaz contra el síndrome del intestino irritable y la indigestión.
3. Náuseas y mareos: Es particularmente efectivo para aliviar el mareo por movimiento y las náuseas provocadas por quimioterapia, gracias a su acción reguladora sobre el sistema gastrointestinal.