Adiós a los olores en casa: el truco del bicarbonato en la alfombra que acaba con ellos

Durante los meses de verano y primavera, tener la casa siempre ventilada y fresca es una tarea prácticamente sencillo. Aunque el calor nos invita a tener cerradas las ventanas para poder poner el aire acondicionado, por la noche podemos abrir tranquilamente para dejar que corra el aire.

Pero en invierno esta estrategia se complica, ya que solemos tener todos los accesos de la casa cerrados para que el hogar conserve la temperatura óptima.

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Aún así, no podemos renunciar a uno de los básicos de la higiene: la ventilación. Además de sanitariamente, abrir para ventilar es positivo porque ayuda a eliminar los malos olores, uno de los problemas más molestos cuando llega el frío a nuestras vidas.

Para que nuestra casa huela bien tenemos múltiples estrategias. Por ejemplo, comprar los típicos ambientadores y productos que se pueden comprar en cualquier supermercado o tienda de barrio. Con esta estrategia podemos elegir entre diferentes fragancias, intensidades o ambientes: pero muchas personas consideran que no es suficiente o quieren probar con otras formas de mantener una buena olor en el inmueble.

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Otro de los básicos en esta tarea es el de lavar y perfumar periódicamente la ropa del hogar como las cortinas, las fundas de los sofás, las mantas o las alfombras.

Aquí es donde llega el desconocido truco del bicarbonato: un sencillo método para que las alfombras estén fresas y limpias. Para ponerlo en práctica solo hay que esparcir un poco de bicarbonato de sodio por encima de la superficie de la alfombraantes de empezar a aspirar.

Conocido por su capacidad para absorver olores, el bicarbonato de sodio se convierte en un aliado estupendo para mantener las alfombras sin malos olores. Con la estrategia de esparzirlo por toda la superficie se permite que el polvo y los olores se absorvan por el bicarbonato, facilitando su eliminación después con la aspiradora.

Para las personas que conviven con mascotas, este es uno de los trucos sin duda más útiles, ya que el bicarbonato de sodio tene propiedades abrasivas suaves que ayudan a eliminar las manchas y la suciedad. Lo único que hay que hacer es dejarlo reposar durante quince minutos o medio hora y, después, aspirarlo como siempre.