Estas son las tres enfermedades que se combaten comiendo una manzana al día

El mundo de la nutrición es amplio y complejo, pero hay ideas y frases que resumen toda la inmensidad de esta disciplina. El refrán "una manzana al día mantiene al médico lejos" no solo es un dicho popular, sino que también tiene fundamentos científicos que están respaldados por los muchos beneficios para la salud que tiene esta fruta.

Con cientos de ventajas para el organismo humano y para el equilibrio de la salud, las manzanas no solo ayudana llevar una buena dieta sino que también contribuyen a combatir enfermedades cardiovasculares y a mejorar la digestión.

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En general, varios estudios respaldan la idea de que incluir una manzana en nuestro día a día puede tener un impacto directamente positivo en nuestra salud. Entre estas investigaciones encontramos la del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que da a entender que quien consume una manzana diaria experimenta una reducción del uso de medicamentos y una mejora general del estado de salud.

Hipertensión

Una manzana diaria puede ser una gran aliada contra la hipertención arterial: una afección que comparten millones de personas en todo el mundo y que puede aliviarse gracias a esta fruta rica en postasio y en fibra soluble.

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El consumo de una manzan diaria no solo ayuda a regular la presión arterial, también a eliminar el exceso de sodio del cuerpo y a mejorar la salud cardiovascular en general reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas.

Problemas digestivos

Además, la manzana se conoce por tener un impacto positivo directo en el sistema digestivo. Esto se debe gracias a que su cifra soluble e insoluble la convierte en un aliado eficaz tanto contra el estreñimiento como la diarrea.

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Sumado a esto, la pectina que está presente en la piel de esta fruta es muy valiosa para proteger la mucosa intestinal y, así, promover un tránsito intestinal saludable.

Enfermedades del hígado y la piel

Un consumo regular de aproximadamente una manzana diaria puede ser útil para dar la batalla a ciertas enfermedades relacionadas con la piel y con el hígado gracias a la capacidad de la manzana para depurar toxinas del cuerpo que junto a su efecto coleretico la vuelven especialmente valiosa contra la hepatitis crónica, la dermatítis o el acné.