El truco para limpiar la persiana por fuera si vives en un piso

Si vives en un piso, este es el truco definitivo para enfrentarte a la limpieza exterior de tu persianaS

Uno de los momentos más importantes del cambio de estación es la limpieza general de la casa. Cuando pasamos de la temporada de frío a la de calor, aprovechamos para renovar y ordenar nuestros armarios, eliminando todo lo que hemos ido acumulando a lo largo de los meses y que, con vistas a futuro, ya no nos hace ninguna falta.

Sustituir las prendas, objetos y otros artículos de verano por los de invierno es, además, una buena oportunidad para hacer una desinfección en profundidad en los rincones más inaccesibles de nuestra casa: aquellos a los que no solemos llegar con la limpieza semanal básica.

Hay rincones de la casa, aquellos que normalmente están cubiertos por muebles pesados o electrodomésticos, a los que no es fácil llegar con la escoba y para los que tenemos que dedicar un poco más de esfuerzo para tener limpios.

Una de las zonas más difíciles de limpiar de las casas son las persianas. Concretamente, la cara de las persianas que da para el exterior del edificio, especialmente si este no se encuentra en una planta baja a la que se puede acceder de forma fácil por fuera de la vivienda.

Cuando vivimos en un segundo, tercero o en plantas más altas, se hace realmente difícil acceder a la persiana por la parte exterior. Esta parte es, además, una de las que más se ensucian por su contacto directo con el polvo, el polen, el sol y otros accidentes climáticos como la lluvia o el granizo.

Los riesgos de no limpiar la persiana por fuera

Muchas personas deciden no prestar atención a las persianas por la parte exterior al asumir que, de alguna forma, que estén limpias o sucias no influye para nada en la higiene del interior de la vivienda. Pero nada más lejos de la realidad: en primer lugar, desde la calle se ve perfectamente que la persiana tiene una capa de suciedad (especialmente si conviven en la fachada con otras viviendas donde las persianas sí están limpias).

Además de los motivos puramente estéticos, hay otras razones por las cuales es un auténtico peligro no tener las persianas en condiciones: por ejemplo, la invitación a bacterias y otros microorganismos para que entren al interior de la casa después de haberse acumulado en las rendijas y recovecos del exterior de la persiana.

El truco para limpiar la persiana por fuera si vives en un piso

Quienes tienen acceso a la persiana desde el exterior de la vivienda lo tienen muy fácil para limpiarla: solo tienen que salir de inmueble y ayudados con un cubo con agua y jabón (o cualquier otra herramienta como una aspiradora o una manguera) empezar a limpiar las lamas que forman la persiana.

Si, por el contrario, perteneces al 65% de la población total que vive en pisos en España, como recoge el último Focus on Spanish Society publicado por Funcas, necesitas otra forma para enfrentarte a la limpieza de la persiana por fuera.

El truco definitivo consiste ni más ni menos que en abrir el cajón donde se guarda la persiana: el hueco situado encima de la ventana donde esta se enrolla cuando la subimos. Desde ahí, con mucha paciencia y desenrollándola poco a poco iremos limpiando lama por lama hasta dejarla impoluta.