Mucho cuidado con la leche: si ves esto, tírala de inmediata

Beber leche en mal estado puede tener varios efectos negativos en la salud. La leche en mal estado puede contener bacterias dañinas, como la Salmonella, la E. coli y la Listeria, que pueden causar enfermedades como la intoxicación alimentaria. Los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre. En casos graves, la intoxicación alimentaria puede requerir atención médica y hospitalización.

Además, beber leche en mal estado también puede causar una reacción alérgica en algunas personas. La leche que ha pasado su fecha de caducidad o que ha estado almacenada en condiciones inadecuadas puede contener bacterias y moho que pueden desencadenar una reacción alérgica en personas sensibles.

Adiós al papel higiénico: este es el sustituto que revoluciona la forma de ir al baño

Por eso, es importante siempre revisar la leche antes de beberla y desecharla si tiene algún signo de deterioro. Si ya has bebido leche en mal estado y presentas síntomas como los mencionados anteriormente, debes buscar atención médica inmediatamente.

Las pistas para saber si la leche que vas a beber está en buen estado

Hay varias señales que pueden indicar que la leche está en mal estado. En primer lugar, el olor: si abres el cartón y te llega un olor a agrio o a rancio, es porque probablemente la leche se encuentra en mal estado.

Otra señal de que la leche se ha pasado es la textura: la leche fresca suele ser líquida y uniforme, si al echarla notas grumos, coágulos o una consistencia espesa, es porque la leche está en mal estado. Además, si te llevas la taza a la boca y notas un sabor extraño, distinto al típico suave y dulce.

Por último, está la opción más evidente: si miramos la fecha de caducidad y está pasada, es más que probable que la leche esté en mal estado.