La Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque ha elegido Vida, virtudes y milagros del Apóstol del Perú, el Venerable Padre fray Francisco Solano, obra de Fray Diego de Córdoba y Salinas, como protagonista de El Libro del Mes, un proyecto puesto en marcha el pasado año con el objetivo de dar a conocer, a través de la página web de la entidad, aspectos singulares de algunos de sus títulos más selectos.

«Se trata de uno de los ejemplares que forman parte del amplio repertorio de obras consagradas al patrón de Montilla que se conservan en la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque», explicó Elena Bellido, directora de la entidad, quien hizo hincapié en que, en este caso, «se caracteriza por ser una de las primeras publicaciones que tratan el perfil biográfico de san Francisco Solano», dado que se imprimió en 1643.

Nacido en Montilla en 1549, Francisco Solano decidió ingresar a muy corta edad en la orden de san Francisco. Tras una intensa labor apostólica en Andalucía, sus inquietudes por evangelizar le llevaron hasta América, donde dejó una profunda huella. Prueba de ello es que el fraile montillano es patrón de su ciudad natal pero, también, de otras importantes ciudades de América como Lima, Potosí, Cartagena de Indias, Santiago de Chile o La Habana.

Apenas quince días después de su fallecimiento, que acaeció el 14 de julio de 1610, los franciscanos peruanos presentaron una petición ante la Curia limeña para que se abriera la causa de su canonización.

Tan solo dos décadas más tarde, Fray Diego de Córdoba y Salinas se convertiría en uno de los primeros autores que escribió una biografía del santo montillano, a partir de la información que se recabó sobre su vida y obra a lo largo de este proceso.

El ejemplar que ahora ha decidido difundir la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque -que atesora la recopilación de historias locales más importante de España junto con la existente en el Seminario de Álava- fue editada en la Imprenta Real de Madrid en 1643.

«La portada de este libro exhibe un interesante grabado calcográfico que fue efectuado por el artista flamenco Juan de Noort», detalló Bellido, quien subrayó que «se trata de una aportación que goza un destacado valor iconográfico», puesto que se considera «la primera representación del fraile montillano que, en adelante, va a identificar su interpretación plástica», muy célebre en varios templos de la provincia de Córdoba, así como en Argentina, Perú o, incluso, en la Basílica de Santa María en Aracoeli de Roma.